Según el informe, las perspectivas para el turismo internacional se mantendrán positivas para este año, pese a que el crecimiento será más lento que en el ejercicio anterior, influido por una pérdida de la confianza del consumidor que afecta también al presupuesto del turista.

La OMT considera el inicio de la temporada de verano en el hemisferio Norte importante para valorar la evolución del turismo internacional, ya que los meses de julio y agosto son los de más demanda. En 2007, cada mes supuso 100 millones de desplazamientos turísticos respectivamente.

"El grado de cualquier ajuste de demanda de turismo y sus consecuencias para el sector dependerá de cómo se desarrolla la economía y reaccionan los consumidores, ambos factores interrelacionados con el precio del combustible y a los precios de los alimentos", apuntó el secretario general de la OMT, Francesco Frangialli. Ante esta situación, se mostró "cauteloso" aunque mantuvo la "perspectiva positiva para la industria en 2008".

Todas las regiones obtuvieron en los cuatro primeros meses del año "resultados positivos", entre las que destacan Oriente Medio, el Noroeste y Sur de Asia, además de América central y Sudamérica.

La evolución "más claramente positiva" se registró en Norteamérica, motivada por el incremento de las llegadas de turistas extranjeros a Estados Unidos y la recuperación de El Caribe como destino tras su estancamiento en 2007.

El crecimiento "más modesto" se ha producido en Europa, donde los mejores resultados son para los destinos mediterráneos y del Sur. Los países que más crecieron de enero a abril, en torno a dos dígitos más, son Turquía, Suecia, Bulgaria, Letonia, Lituania, Israel y Malta.

Por otro lado, experimentaron subidas de dos dígitos varios destinos de Asia y del Pacífico (China, Japón, Camboya, Indonesia, Fiji, India y Nepal), de América (Estados Unidos, Cuba, Jamaica, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Chile, Perú y Uruguay) y de Africa (Egipto y Marruecos).

EFECTO DE LA CRISIS.

El informe concluye que, tras cuatro años "fuertes", entre 2004 y 2007, durante los cuales el crecimiento fue por encima de la media por año --situada en un 7%-- debido a "una economía boyante mundial" tras la crisis de 2001-2003, se está produciendo un "debilitamiento".

Entre las causas que lo explican, desde la OMT se apunta a la tendencia de un cambio en la demanda, que variará en función de cada país dependiendo de la situación de sus economías locales y del nivel de confianza del consumidor, además de la coyuntura de los precios del combustible.