Hacienda somos todos, o casi todos, ya que casi la mitad del colectivo empresarial, en concreto el 46 por ciento, justifica, por una u otra razón, las conductas defraudadoras con la Agencia Tributaria, según datos recogidos en el ´Barómetro Fiscal 2006´ realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) del Ministerio de Economía y Hacienda. Asimismo, los resultados de las encuestas realizadas por dicho organismo muestran que los españoles creen que existen ciertos colectivos que incumplen sus obligaciones con el fisco habitual y sistemáticamente.

Si bien la cifra se ha reducido respecto a 2005, durante el año pasado, la mayor parte de esos empresarios consultados que justificó el fraude fiscal vio con buenos ojos dicha práctica cuando pueden darse "argumentos exculpatorios" relacionados con circunstancias de la vida personal o empresarial, por los que se deja de pagar a Hacienda para "salir adelante" en situaciones de crisis.

En cambio, un porcentaje menor justifica esa defraudación basándose en "argumentos estructurales", entre los que destacaron que el engaño es algo "consensual" ya que, en su opinión, todos los contribuyentes lo realizan para conseguir un "cierto equilibrio".

Sin embargo, y pese a lo alarmante de los resultados del estudio, una amplia mayoría de empresarios, el 54 por ciento, rechaza "sin paliativos" las prácticas fraudulentas hacia la Agencia Tributaria, al igual que el 61 por ciento del total de los ciudadanos españoles que no encuentran justificación para dicha práctica al considerar que el pago de impuestos se relaciona con la "solidaridad" y los "principios".

De todas formas, los españoles sí que piensan que en su país el fraude a Hacienda es una práctica habitual, sobre todo en ciertos colectivos sociales como los empresarios y los autónomos. Y estas ideas se ven reflejadas en los datos del estudio que muestran a esos dos colectivos, a los que se unen los profesionales liberales, como los grupos cuyas actividades, al estar sometidas a un menor control por parte de la administración, les ofrecen mayores oportunidades para la evasión.

Así, los ciudadanos consideran como las principales causas del fraude fiscal la "falta de honradez y de conciencia cívica", en un 24%; la "impunidad de los grandes defraudadores", en un 21%; los impuestos excesivos, en un 16%; y la ineficacia en la lucha contra el fraude, en un 16%. En cuanto a las conductas de los trabajadores asalariados, los españoles creen que estos mantienen una actitud más o menos honesta con la hacienda pública, al estar controlados sus ingresos por la administración.