El presidente de Rusia, Vladímir Putin, abogó ayer por ampliar la lista de monedas de reserva mundiales y el número de centros financieros globales para crear una "arquitectura de las relaciones económicas" más justa y actual. "Estoy convencido de que las palabras generales sobre un reparto justo de recursos e inversiones no puede resolver nada", recalcó el mandatario ruso en el Foro Económico que se celebra en la antigua capital imperial rusa.

El jefe del Kremlin destacó que el desequilibrio en la economía global "se siente con fuerza cada vez mayor" y "se agrava la diferencia entre los países pobres y los ricos".

"El mundo cambia a ojos vista", subrayó, y "los países que aún ayer parecían irremediablemente atrasados, hoy se convierten en las economías de más rápido crecimiento".

El presidente de Rusia recordó que, hace 50 años, el 60 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial correspondía a los ocho países más desarrollados (EEUU, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Italia y Rusia) y ahora el mismo porcentaje se genera fuera de ellos. "Los países emergentes ocupan cada vez nuevos lugares no solo en el comercio de mercancías sino también de servicios y entran en la competencia de altas tecnologías y desarrollo científico", resaltó.