La ´hucha de las pensiones´ busca revalorizarse. El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de ley que regulará el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y que permitirá que parte del mismo sea invertido en Bolsa y en renta fija emitida por entidades privadas. La inversión en renta variable será siempre buscando valores seguros, rentables y con perfiles de riesgo distintos. Además, el Fondo no podrá podrá tener participaciones significativas en empresas ni influir o condicionar decisiones empresariales.

Tras el visto bueno del Consejo Económico y Social, el Ejecutivo central dio luz luz verde en el Consejo de Ministros a la norma que regulará el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y que permitirá invertir este dinero en Bolsa. Esta ley es fruto del acuerdo alcanzado entre Gobierno, sindicatos y la patronal.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, destacó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esta ley dotará de mayor flexibilidad la gestión del Fondo, "conjugando la seguridad con una mayor rentabilidad de las inversiones". "El Gobierno persigue conseguir una rentabilidad cercana a la que logran los inversores privados. Se trata de invertir mejor la reserva de todos para obtener una mayor rentabilidad con garantías de seguridad", precisó De la Vega.

La cuantía actual de la llamada ´hucha de las pensiones´ supera los 40.334 millones de euros, el 4,1% del PIB, y a final de año rondará los 50.000 millones. En la actualidad, la práctica totalidad del Fondo de Reserva está invertido en activos financieros públicos repartiéndose la cartera de activos entre los emitidos por España y entre deuda no española procedente de Alemania, Francia y Países Bajos.

España es el único país con un Fondo de Reserva de esta naturaleza que no invierte en renta variable. El resto de países sí lo hacen y los porcentajes de inversión en estos valores varían desde el 2,13% de Polonia hasta casi el 90% de Jersey, pasando por algo más del 56% en Francia. La rentabilidad del Fondo español se sitúa en alrededor del 5%, frente al 10% que consiguen otros países que combinan la inversión en renta fija con la de renta variable.