La Reserva Federal tendrá mañana su penúltima reunión del año sobre política monetaria y la mayoría de los analistas espera otro ajuste que elevará al cuatro por ciento la tasa de interés interbancario.

La semana pasada el Departamento de Comercio informó de que, en el tercer trimestre, la actividad económica de Estados Unidos creció a un ritmo anual del 3,8 por ciento, cinco décimas por encima del trimestre anterior, y más vigorosamente de lo calculado por los analistas.

El dato validó, aparentemente, la política de ajustes monetarios graduales iniciada por la Reserva Federal desde junio de 2004 que ha llevado la tasa de interés del uno por ciento -la más baja desde 1958- al 3,75 por ciento.

Esos ajustes apuntan a contener las presiones inflacionarias sin asfixiar el gasto de los consumidores, que en EEUU equivale a casi el 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

El informe sobre el robusto crecimiento de la actividad económica entre julio y septiembre, sin embargo, fue preliminar y el mismo Departamento de Comercio enfatizó que no tenía los datos completos de septiembre cuando se sintió de pleno el impacto de los huracanes ´Katrina´ y ´Rita´ en el sureste de EEUU.

La reunión del martes será la primera a la cual el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, asistirá desde que el presidente George W. Bush anunció la elección de su asesor económico Ben Bernanke como futuro jefe del banco central estadounidense.

Greenspan presidirá la reunión del martes, la del 13 de diciembre, la del 1 y 2 de enero, y terminará su larga gestión al frente de la Reserva el 31 de enero de 2006.