En un macabro ejercicio contable, aprovechando la celebración de Halloween, la revista Forbes ha recopilado las trece mayores fortunas acumuladas por los difuntos, entre los que destaca, de nuevo, el Rey del Rock, Elvis Presley.

En un claro desafío a las leyes de la lógica, los muertos son cada vez más ricos y, como ejemplo, los elegidos por la revista que han atesorado este año, para regocijo de sus herederos, unos ingresos de 186 millones de dólares.

La procedencia de estos ingresos suele ser el cobro de derechos por la venta de sus libros o discos, aunque también los hay que siguen ganando dinero por ceder sus imágenes para anuncios de televisión, carteles o camisetas.

En algunos casos, el valor no lo tiene tanto lo que hicieron, sino su propia vida, como le ocurrió al músico Ray Charles, que debuta este año en el listado con unos ingresos de seis millones de dólares, gracias a la película que protagonizó Jamie Foxx.

El músico Johnny Cash, que también debuta en la lista este año, con siete millones, tendrá su propia película en noviembre.

Pero la primera posición la ocupa, de nuevo, Elvis Presley, que ha logrado consolidarse como el más rico del cementerio, con una fortuna que creció este año a 45 millones de dólares, cinco más que el año pasado.

Ello gracias a la empresa fundada para gestionar su imagen, Elvis Presley Enterprise, cuya beneficiaria es su hija Lisa Marie Presley.

Los ingresos que percibe esta empresa no son tanto por las canciones que compuso e interpretó, ya que los derechos fueron vendidos a Sony por cinco millones de dólares, sino por la venta de artículos y las visitas a su hogar, ´Graceland´.

En general, asegura Forbes, el listado cambia poco cada año, pues la demanda de productos con la imagen de Presley, Marilyn Monroe o James Dean se mantiene inalterable con el paso de los años, lo que les asegura unos ingresos constantes.

Otros, sin embargo, ven como sus fortunas se agrandan o empequeñecen según los caprichos de Hollywood, como le ha pasado, por ejemplo, a Theodor (Dr. Seuss) Geisel, autor de los libros que inspiraron el filme ´The Cat in the Hat´.

Más espectacular ha sido la caída del escritor J.R.R. Tolkien, fallecido en 1973, y a quien la saga de los tres filmes del ´Señor de los Anillos´ le colocó el año pasado en el tercer puesto, con unos ingresos cercanos a los 23 millones de dólares. Este año, ha caído al puesto octavo con sólo 8 millones de dólares.

El segundo puesto lo ocupa el dibujante de cómics Charles M. Schulz, fallecido hace cinco años, y autor de unos de los dibujos más reproducidos del mundo: Snoopy, protagonista constante de campañas de publicidad de la aseguradora Metlife, los anuncios de Pepsi, las tiendas de Wal-Mart y las tarjetas de Hallmark.

Como resultado, el dibujante -o mejor, sus herederos- son cada año 35 millones de dólares más ricos.

El tercer puesto, con unos ingresos de 22 millones, es para el ´Beatle´ John Lenon, que ha vuelto al primer plano de actualidad con el musical que se representa en Broadway sobre su vida.

Lo que está claro, asegura Forbes, es que la gestión del patrimonio de gente rica, famosa y muerta es un increíble negocio, en el que cada vez hay más competidores.

Por mucho tiempo, la empresa de Indianápolis CMG Worldwide, que representa el legado de Monroe y James Dean, ha gestionado los derechos de imagen y licencias de negocio de muchas celebridades.

Ahora, se enfrenta a la competencia de Corbis, una empresa creada por el fundador de Microsoft, Bill Gates, y que también quiere su pedazo de este codicioso pastel.