Cerca de 3.000 camiones de Lugo y Orense continúan parados en protesta por la subida del precio del gasóleo, al igual que gran parte de la flota del litoral, lo que agrava la carestía de productos en los establecimientos de la Comunidad gallega después de diez días de huelga.

Los responsables de la Asociación de Transportistas Autónomos de Lugo (Aetram) y la Asociación Coruñesa de Empresarios del Transporte (Ascemtra) informaron de que en esta jornada celebraron diversas reuniones con los cargadores, en un intento de compartir con ellos el coste del gasóleo. Ambas asociaciones, que representan un 30 por ciento del sector en Galicia, consideran que las negociaciones "van por buen camino" si bien advierten de que no volverán a la actividad hasta que la crisis no se haya solventado.

Por otra parte, José Luis Crende, de AETRAM, llamó la atención sobre el sabotaje de camiones que se produjo en las últimas horas en distintos puntos de España, para advertir que "se habla sólo de Lugo y A Coruña, pero se ve que el acuerdo tampoco se acepta en otros puntos".