El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, reconoció ayer que los problemas de la economía española se centran en la inflación y los desequilibrios externos, aunque la situación viene mitigada por la recuperación de la Zona Euro, que parece ser más firme de lo que se había previsto.

Solbes, que compareció en rueda de prensa al margen del Ecofin, apuntó que la conclusión de los ministros de Economía es que la Unión Económica y Monetaria ha provocado que los ajustes sean más lentos, entre otras cosas, porque ha generado que los ciclos sean más estables. "Se han reducido los comportamientos cíclicos", manifestó.

En el caso español, cobra importancia el factor exterior y la interdependencia sobre el proceso de globalización, donde destaca el señalado papel de los costes laborales. "La inversión exige más ahorro, aunque en España ya sea superior a la media europea", indicó.

No obstante, en el caso de la Zona Euro los indicadores de empresas, confianza e industria "van en la buena dirección", aunque no por las expectativas de las familias, que parecen lastradas por las últimas cifras de inflación y los precios de los carburantes.

Los ministros de los Doce celebraron, no obstante, que no se hayan registrado todavía efectos de segunda vuelta de la inflación provocada por los precios del petróleo sobre los salarios.

El presidente del Ecofin, el británico Gordon Brown, llamó la atención sobre la responsabilidad de cada uno de los actores de la economía. En especial, dijo que Estados Unidos tiene "cierta responsabilidad respecto a su doble déficit y la necesidad de un crecimiento estable".