El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, es optimista respecto al crecimiento de la economía española, que siguió siendo alto en los meses de verano, por lo que considera que en 2006 puede superar el 3,3% previsto por el Gobierno. Sin embargo, Caruana advirtió que este crecimiento debería producirse en un escenario rodeado de incertidumbres, especialmente en el sector exterior, cuyo déficit creciente interpreta como señal de que los riesgos asociados a la pérdida de competitividad "han empezado a materializarse".

Tras calificar las cuentas del Estado para 2006 de expansivas, el gobernador pidió al Gobierno un superávit presupuestario mayor del previsto (0,2% del PIB), pues considera que se está produciendo "cierta ralentización" del esfuerzo fiscal.