La fuerte dependencia que la economía española tiene del petróleo y su excepcional encarecimiento están provocando que la "factura petrolífera" supere ya el 0,5 por ciento del PIB, el mismo porcentaje en que recorta la capacidad de gasto de las familias, según el Servicio de Estudios de La Caixa.

El director general de La Caixa, Isidro Fainé, y el responsable del Servicio de Estudios, Jordi Gual, presentaron ayer el nuevo informe mensual de la entidad, que también apunta que aunque el encarecimiento energético no afecta aún sobremanera a la inflación, el "ajuste" acabará produciéndose, señaló Gual.

Para este experto, el hecho de que las familias, y la economía española en general, mantengan su nivel de vida y su ritmo de gasto se debe a la "facilidad financiera" y las posibilidades de crédito, si bien insistió en que hay que aprovechar el actual contexto de crecimiento para fomentar el ahorro, que debe comenzar, en su opinión, desde el sector público.

A este respecto, Jordi Gual señaló que los Presupuestos Generales del Estado de 2006 deberían aprovechar la coyuntura económica expansiva para mejorar el ahorro público y "hacer un rinconcito para cuando vengan momentos más difíciles".

Preguntado por los periodistas, el experto de La Caixa consideró "correcta" y "ajustada" al "consenso internacional" la previsión de 55 dólares el barril sobre la que se han elaborado los Presupuestos Generales del Estado para el 2006.

Asimismo, recomendó al Gobierno que aproveche el momento de crecimiento económico y reducción del paro actual para trabajar en "aquellas partes del mecanismo institucional español que no acaban de ir bien", y se refirió especialmente a las conversaciones con los agentes sociales para la reforma laboral.

En cuanto a la dependencia energética, el informe dice que, al contrario que en la mayoría de países desarrollados, en España "se han descuidado las medidas necesarias" para reducirla, y su grado de autoabastecimiento es cada vez más bajo, ya que la producción nacional sólo cubría, en 2004, el 20% del consumo, por lo que cada vez importa más petróleo y gas natural.

Todo ello, junto al aumento de los precios del petróleo de hasta un 46 por ciento en dos años, hace a España aún más "vulnerable" a las crisis recurrentes que rodean al mercado del crudo. El informe subraya que el "auténtico talón de Aquiles" de la economía española sigue siendo el déficit exterior, que ya ha alcanzado el 7,5%, cifra "nunca vista en términos históricos", según el jefe del Servicio de Estudios, quien apuntó entre las razones de fondo el propio crecimiento -que aumenta el consumo y obliga a la importación- y la pérdida de competitividad.