El ratón Mickey y sus amigos ya tienen un jefe nuevo: ayer, Robert Iger, de 54 años, asumió definitivamente la jefatura del gigante estadounidense de los medios y el entretenimiento Walt Disney Company. Hasta ahora, Iger era el presidente de Disney y el número dos de la compañía.

Desde que asumiera el puesto en 1984, Michael D. Eisner, de 63 años, fue durante largo tiempo el rey indiscutido del entretenimiento en Estados Unidos. Pero una desmejora del negocio y diferencias con altos dirigentes de la compañía y con socios en los últimos años le pusieron bajo la presión de los accionistas.

Eisner fue quien transformó a Disney de un pequeño estudio de cine en una de las compañías mediáticas y de entretenimiento más grandes del mundo. Bajo su dirección, el volumen de negocios se multiplicó por 20 hasta llegar a los 30.800 millones de dólares.

Sus éxitos datan sobre todo de los años 80 y 90: abrió nuevos parques recreativos en el extranjero, extendió drásticamente el negocio del celuloide y adquirió el gigante televisivo Capital Cities/ABC por 19.000 millones de dólares.

Sin embargo, desde mediados de los 90 la era Eisner en Disney empezó a languidecer debido a varios reveses. En aquel entonces, impuso al conocido agente de Hollywood Michael Ovitz como presidente de Disney. Pero Ovitz demostró ser un error y se marchó sólo un año después con una gigantesca indemnización de unos 140 millones de dólares.

El negocio de los parques de ocio de Disney sufrió muchísimo las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Luego fue ABC, a la que la falta de éxitos le llevó a bajas cifras de audiencia y a una reducción de los ingresos por publicidad. También las tiendas Disney tenían problemas.

A todo esto se añade el enfrentamiento con los accionistas Roy E. Disney, el sobrino del fundador de la compañía Walt Disney, así como con su socio Stanley Gold. Ambos pidieron en voz alta la destitución de Eisner. Este además se había peleado con Steve Jobs. El cofundador de Apple había cosechado un gran éxito con el estudio de dibujos animados por él controlado Pixar y Dinsey participaba con un acuerdo de venta y distribución de las películas de Pixar.

Iger ha logrado restablecer una buena relación con Roy Disney y Pixar. Sin embargo, sigue sin estar claro si Pixar seguirá distribuyendo sus filmes a través de Disney, reportándole así pingues beneficios a la empresa de Mickey Mouse. Los problemas de Disney se habían visto agravados por una floja cotización bursátil.

Con éxitos como la serie Desperate Housewives (Mujeres Desesperadas), Disney ha logrado colocar a ABC de nuevo al frente de la carrera de las audiencias. Los negocios estadounidenses más flojos de la compañía fueron vendidos. En los primeros nueve meses del actual año fiscal, Disney ha incrementado su volumen de negocios un cuatro por ciento hasta los 24.200 millones de dólares. Con la película Piratas del Caribe logró de nuevo un taquillazo. El negocio de los parques recreativos va viento en popa y Disney ha construido uno nuevo en Hong Kong.

Desde 2002, las acciones de Disney han crecido 50 por ciento y actualmente cotizan a 24 dólares. Así que Disney tiene en estos momentos un valor total de 48.000 millones de dólares.

Tras lograr apaciguar el consorcio, Iger, un ex hombre de la televisión que llegó a Disney desde ABC, donde era jefe, en 1996, tiene ahora que volver a poner al mismo nivel de competitividad que Pixar y DreamWorks Animation SKG al estudio de dibujos animados de Disney y, sobre todo, seguir aumentando fuertemente el volumen de negocios y de ganancias del gigante del ocio.