Los Negros, el bar que colecciona multas y amarga a los vecinos de Pere Garau
El establecimiento se ha convertido en una fuente de conflictos e inseguridad para los residentes desde que abrió sus puertas en verano
Solo en enero la Policía Local tramitó catorce propuestas de sanción por ruidos, peleas e incumplimiento de horarios

Redacción Digital
Uno de los puntos negros en el mapa del ruido de la ciudad es el bar Los Negros, un establecimiento ubicado en Pere Garau que en enero fue objeto de catorce actas de sanción por parte del Ayuntamiento de Palma. Una cifra notable en solo un mes, aunque el local colecciona multas desde que abrió sus puertas en verano para disgusto de sus vecinos.
Los Negros, un establecimiento de clientela mayoritariamente latina, se ha convertido en un problema para la convivencia y una fuente de conflictos que en muchas ocasiones ha requerido de la intervención de la policía. Las múltiples denuncias hablan de peleas, consumo de alcohol en calle, música a un volumen excesivo, orines en la vía pública y en general un catálogo de hechos incívicos incompatibles con el descanso de los vecinos.

Pancarta colgada por los vecinos en la entrada de un párking contiguo. / DM
El Consistorio informó el lunes de que la Policía Local ha tramitado catorce propuestas de sanción contra un bar, aunque sin informar sobre el nombre o la dirección. Este diario ha podido confirmar que se trata de Los Negros, en la esquina de las calles Bartomeu Torres y Passatge de Can Feixina, una pesadilla para los residentes desde su apertura.
Las catorce denuncias son consecuencia de un alud de quejas vecinales. En la entrada a un párking de una vivienda contigua al bar han colgado una pancarta que pone de relieve su hartazgo: "Aquí no es un WC público. Clientes del bar, borrachos, mear y vomitar en vuestra casa. ¡¡Guarros!!".
Faltas de respeto a los agentes de la autoridad
En sus numerosas visitas al establecimiento, los agentes de la Policía Local han constatado que, además de tener el volumen de la música muy alto, el vocerío de los clientes se podía escuchar desde el exterior del local. Y hasta pasada la medianoche pese a disponer únicamente de licencia de cafetería.
Once de las catorce infracciones denunciadas en enero se basan en la ordenanza que regula el uso cívico de los espacios públicos y que no permite la perturbación de la tranquilidad y el descanso de los vecinos. Otra acta se ha tramitado por la ordenanza reguladora de horarios y condiciones de los establecimientos de entretenimiento y restauración por incumplimiento de la actividad musical. Las dos sanciones restantes se deben a la falta de respeto hacia los agentes de la autoridad.
Los vecinos esperan que después de esta cifra récord de propuestas de sanción en solo un mes los responsables del bar cumplan con la normativa o echen el cierre.
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