Tenis

Nadal, 22 Grand Slam y cuatro años lesionado

Hombros, rodillas, espalda, abdominal, psoas, pie, el magullado cuerpo del tenista mallorquín le ha obligado a continuas interrupciones casi cada año de su carrera

Nadal es tratado por el fisio en el último Abierto de Australia.

Nadal es tratado por el fisio en el último Abierto de Australia. / Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Que en el palmarés de Rafa Nadal luzcan 22 títulos de Grand Slam, el que más junto al serbio Novak Djokovic, es lo más parecido a un milagro teniendo en cuenta el carrusel de lesiones que han azotado al tenista de Manacor a lo largo de su brillante y extensa carrera. Raro es el año en que Nadal no se ha visto obligado a guardar reposo por un contratiempo físico, de todos los colores y gustos. Pocas zonas de su magullado cuerpo se libran de no haber padecido algún percance. Tanta lesión le ha supuesto perderse la friolera de cuatro años de su carrera, sin contar el tiempo que estará ausente de las pistas este año. 

Hombro, pie, rodilla, muñeca, psoas ilíaco, espalda, abdominal, son algunas de las muchas lesiones que han frenado una carrera que, sin embargo, ha sido y es estelar. ¿Hasta dónde podría haber llegado Nadal si no se hubiera visto obligado a parar? Una pregunta que nunca tendrá respuesta. 

La situación de Nadal, que ha conquistado ocho grandes superada la treintena, se agravó con motivo de la pandemia, en 2020. La larga ausencia de las pistas jugó en contra de su chasis, ya suficientemente castigado. El 1 de marzo jugó su último partido en Viña del Mar (Chile), antes de que el mundo se encerrara para combatir el coronavirus. El 16 de septiembre, 200 días después, volvía Nadal a pisar una pista de tenis, en el Masters 1.000 de Roma, derrotando a Pablo Carreño. Era su segunda racha más larga sin competir, después de la sufrida entre Wimbledon 2012 y Viña del Mar 2013, 223 días por una rotura del tendón de la rodilla izquierda y una hoffitis.

La pandemia

Desde la pandemia, Nadal se ha perdido el US Open de 2020 y 21, y Wimbledon de 2021, sin contar los tres que se perderá este año tras anunciar su «punto y aparte» en el tenis para regresar recuperado y afrontar el que debe ser el último año de su carrera.

El último año, pese a que conquistó el Abierto de Australia, ante el ruso Daniil Medvedev en casi cinco horas y media, y su decimocuarto Roland Garros ante el noruego Casper Ruud, un habitual de la Academia, Nadal ha pasado un auténtico calvario. En París jugó infiltrado por un fuerte dolor en el pie izquierdo que le obligó a someterse a un tratamiento de radiofrecuencia pulsátil. «Si no funciona tengo claro lo que hay. Es una decisión de vida. No puedo seguir jugando con el pie dormido, no puedo levantarme cojo cada mañana. Si no funciona, tengo claro lo que hay», dijo pocos minutos después de alzar por decimocuarta vez la Copa de los Mosqueteros.

Pese a que en 2022 conquistó el Abierto de Australia y Roland Garros, pasó un auténtico calvario con las lesiones, que le obligaron a retirarse antes de las semifinales de Wimbledon

Para el recuerdo quedan grabadas las imágenes de Sebastià Nadal, padre del tenista, gritándole «Vete ya» a su hijo en el partido de cuartos de final de Wimbledon ante el norteamericano Taylor Fritz. Le ganó en cinco sets con una rotura abdominal de siete milímetros que le obligó a renunciar a disputar las semifinales ante el australiano Nick Kyrgios. Era la sexta vez en su carrera que abandonaba un torneo sin salir a la pista, además de nueve partidos sin poder terminarlos a lo largo de su carrera. Las lesiones, una constante en su trayectoria.

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