Baloncesto

El sueño del ascenso del Fibwi Palma pasa por Son Moix

Los mallorquines necesitan demostrar su fortaleza en casa con una defensa intensa para hacer buena la renta de seis puntos ante la Cultural y Deportiva Leonesa

Tiago Dias y Beraza, ayer durante un entrenamiento con la cantera del Bahía San Agustín.

Tiago Dias y Beraza, ayer durante un entrenamiento con la cantera del Bahía San Agustín. / Fibwi Palma

Palma

La emoción por conseguir una de las dos plazas que restan para ascender a Primera FEB se aproxima a su punto más álgido, puesto que este próximo fin de semana se conocerán qué cuatro equipos disputarán las semifinales. Los dos conjuntos que las superen se habrán ganado el derecho a competir la próxima temporada en la categoría de plata del baloncesto español. Y para que el Fibwi Palma pueda llegar a ser una de estas dos formaciones privilegiadas, como paso inmediato, necesita perder de menos de 6 o ganar a su rival, la Cultural y Deportiva Leonesa, este próximo sábado en Son Moix (18:30 horas).  

Después de un primer encuentro lleno de intensidad y estrategia, que dejó un sabor agridulce en el paladar de la expedición mallorquina –en el último período los hombres de negro llegaron a ganar de 18– la ventaja de 6 puntos en la ida, si bien puede catalogarse de buen resultado, deja todo abierto, porque la Cultural, que no tuvo su mejor día, demostró ser un grupo con carácter, competitivo y que no se rinde ante las adversidades. Con seguridad buscará revertir la situación en el partido de vuelta.

El apoyo de la afición

Durante la temporada los mallorquines han demostrado ser un equipo sólido en casa. Sus mejores actuaciones se han cocinado en Son Moix. Precisamente este hecho, unido al resultado del partido de ida y a la exhibición de semanas atrás contra el Caja 87, les otorga el cartel de favoritos. Solamente en dos ocasiones, como locales, no han conocido el sabor de la victoria. Contra el Llíria sucumbieron 72-74 y contra el Benicarló, 91-96.

En ningún caso salieron derrotados por más de 5 puntos (actualmente disponen de un +6). La reciente historia invita al optimismo. Lo que verdaderamente motiva a los jugadores, así lo han declarado, es jugar en su cancha notando el aliento de sus incondicionales. El domingo pasado asistieron al evento más de 4.000 seguidores, que apoyaron a los suyos, incluso en los momentos de gran dificultad y que resultaron determinantes para que pasaran de perder de 18 a estar muy cerca de igualar la contienda. 

La muleta de la afición, que impulsa a los jugadores a dar lo mejor de sí, tiene que oxigenar al equipo en los momentos delicados y tiene que acompañarlo cuando los vientos soplen a su favor. Su apoyo incondicional tiene que crear la atmósfera ideal para que el grupo pueda ofrecer su mejor versión. Solo así el factor cancha tiene sentido.

El reto táctico

La Cultural Leonesa busca crear situaciones de uno contra uno para que sus tiradores exteriores aprovechen los espacios y puedan lanzar con comodidad o castigar con una nueva penetración después de una recepción. Se siente cómoda jugando al contraataque y en transición. Sus jugadores corren bien la cancha. El Fibwi tendrá que volver a hacer valer su defensa para conseguir el objetivo. No puede permitir que el rival desplace el balón con comodidad y tendrá que atender de una manera especial a la defensa del 1x1, para evitar ayudas innecesarias, que el contrario puede aprovechar para penalizar desde la línea de 6,75. 

Fundamental será también el trabajo que el equipo realice en la faceta del rebote defensivo y ofensivo. Rebotear atrás para poder imprimir el ritmo deseado y cargar el rebote en ataque para tener segundas opciones de canasta e impedir que los leoneses puedan correr. Patrick Spencer en León fue determinante. Sus características físicas y su acierto fueron decisivos.

Repetir una actuación como la del domingo pasado sería ideal. Como también sería conveniente que los porcentajes de tiro de larga distancia se asemejaran a los del encuentro de ida, que fueron notablemente superiores a los de la eliminatoria anterior. Poder contar con más jugadores en la rotación, también se antoja un elemento importante para poder imprimir la intensidad que el ‘match’ posiblemente requiera. El retorno de Pau Tendero después de su lesión y la aportación de un Franco Miller bien concienciado tienen que ser sinónimos de defensa, rebote y amenaza exterior.

La ansiedad

No resulta descabellado pensar que la gestión emocional será tan importante como la preparación física y táctica, porque el encuentro promete ser una batalla de resistencia mental y física. El equipo tiene que saber que no será un partido fácil. La presión de mantener la ventaja, sumada a la incertidumbre de lo que pueda suceder en la cancha, generará seguramente un nerviosismo palpable. 

Los jugadores sienten la responsabilidad de no dejarse llevar por la ansiedad, ya que un mal manejo de las emociones podría traducirse en errores que el rival aprovecharía. La paciencia y la concentración en los momentos espinosos tienen que convertirse en sus más sólidos aliados. Ante posibles rachas adversas o decisiones controvertidas, la fortaleza emocional será clave. La capacidad de mantener la calma, de controlar los pensamientos negativos y de confiar en el trabajo realizado durante toda la temporada puede marcar la diferencia entre avanzar o quedar en el camino. 

En definitiva, más allá de las habilidades técnicas, la fortaleza mental puede ser la gran protagonista en un partido que, sin duda, pondrá a prueba la resistencia emocional de un equipo que lucha con todas sus fuerzas por seguir soñando con el ascenso.

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