La “máquina” Djokovic aplasta a Zapata y ya está en tercera ronda

Antes de jugar su partido de segunda ronda en el Abierto de Estados Unidos contra Novak Djokovic, Bernabé Zapata había hecho un diagnóstico más que ajustado de su rival. “Es una máquina”. Dos horas después de medirse por primera vez con el serbio, el valenciano y los espectadores han vuelto a ratificar sus palabras. Nole ha aplastado todos los intentos de Zapata de plantar cara y responder al tenis del dueño de 23 grandes, y han sido numerosos. Yel de Belgrado el que está ya en tercera ronda, donde se medirá a su compatriota Laslo Djere, 38 del mundo.

Salió Zapata con fuerzas y ganas y golpes. De hecho, tuvo muy pronto en su raqueta dos oportunidades de robarle el servicio en el segundo juego. Pero ante un campeón como Nole las oportunidades no sirven de nada si no se aprovechan. Y Djokovic parece tener respuesta para todo, devolverlo todo, llegar a todo. Las tiene.

Tras el duelo más igualado en el primer set, el serbio isó el acelerador hasta el 6-4, 6-1 y 6-1 definitivo, dejando de nuevo al valenciano de 26 años sin haber paladeado aún en su carrera una victoria ante un top 10.

“Me muevo bien para un vejete”

A pie de pista a Djokovic, que busca su cuarto título en Nueva York y el histórico grande número 24 que le igualaría a Margaret Court, aseguró que aún siente que puede jugar mejor en este torneo. Y recordó lo que sigue diciendo cada día: a los 36 años, aún tiene “el hambre, el deseo” de jugar su mejor tenis.

Cuando le preguntaron también si el Nole de hoy ganaría al de hace 10 años respondió que no quiere jugar consigo mismo, aunque también explicó que es contra quien más juega en cada encuentro. Reflexionó sobre lo que ha cambiado, asegurando que tiene más energía, y capacidad para preservala, que entiende lo que hay que hacer y en qué momento, que sabe concentrarse más en el presente. Y quizá, dijo, entonces era más explosivo, pero esta versión tiene todavía lo suyo. “Aún me muevo bien para un vejete”, bromeó.

De su potencial ruta hacia la final ha desaparecido el que podría haber sido uno de sus mayores retos, Stefanos Tsitsipas, séptimo cabeza de serie en Nueva York, que volvió a complicarse innecesariamente y cayó en cuatro horas y cinco sets cayó frente al suizo Dominic Stricker, 128 del mundo.

También se han despedido de este Abierto dos jugadoras españolas que habían dado dos grandes golpes en la primera ronda. Rebeka Masarova, que apeó el lunes a Maria Sakkari, este miércoles perdió en dos sets ante la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova y Sara Torribes fue derrotada en tres sets por la china Xinyu Wang (5-7, 6-3 y 6-4).