Fútbol

Las urgencias del Valladolid desconectan a un tierno Barça

Tres errores en defensa penalizan al campeón de la Liga, que encadena su segunda derrota consecutiva desde que cantó el alirón en Cornellà-El Prat

Jordi Carné

Cuando se asoma al abismo del descenso, cualquier equipo tiende a mostrar su cara más funcional y feroz. El fútbol adquiere en estas circunstancias una dimensión alejada de toda interpretación edulcorada o profunda. Solo vale ganar. No importa el camino si el destino final dibuja una sonrisa en el rostro de los aficionados más fieles que responden con devoción a las situaciones más aciagas. Da igual que el partido sea contra el flamante campeón y se juegue un día laborable (y lluvioso) a las diez de la noche. Cuando no hay margen de error y la posibilidad de perder la categoría entra en escena, los seguidores vuelven a demostrar que el fútbol siempre ha sido y será de la gente.

Unos 23.000 aficionados del Valladolid, inmerso en la cruel contienda para lograr la permanencia, recibieron ardorosamente a un Barça que, de un modo opuesto, llegaba a la cita con la tranquilidad propia del estudiante que afronta las últimas semanas del curso con todas las asignaturas aprobadas y se presenta a los exámenes finales para subir nota, en este caso cumplir las secundarias misiones de ayudar a Ter Stegen y Lewandowski a amarrar el Zamora y el Pichichi, respectivamente. Pesó más la emergencia y la intensidad pucelana. Dos errores en la primera mitad desconectaron a los de Xavi, que no pudieron hacer nada para evitar la segunda derrota consecutiva tras cantar el alirón en Cornellà-El Prat.

Concesiones defensivas

El técnico egarense aseguró en la previa del encuentro que su equipo saldría a competir en el José Zorrilla y avisó que lo haría con la presencia de algunos futbolistas menos habituales en la alineación inicial. Eric Garcia en el pivote, Sergi Roberto, Marcos Alonso y Pablo Torre, que estrenó titularidad en Liga, fueron las principales novedades de un once azulgrana reforzado con algunos pesos pesados como ‘Lewy’, Ter Stegen, De Jong o Gavi. No empezó nada bien, sin embargo, el encuentro para los intereses culés. Cuando no se había llegado ni al segundo minuto de juego, Christensen desvió erróneamente un centro de Darwin e introdujo el balón en su propia portería para jolgorio vallisoletano.

El Barça tuvo mucha posesión en los instantes posteriores al tanto local. Los de Pezzolano, con las ideas muy claras, lucharon cada balón con pasión e intentaron ‘arañar’ mediante rápidas transiciones. Raphinha, con una jugada individual y un disparo al palo corto, estuvo a punto de empatar, pero Masip lo evitó con una gran intervención. En un momento en el que el cuadro barcelonista estaba creando bastante peligro, volvió a aparecer la ternura defensiva. Una mala salida de Ter Stegen acabó con un penalti inocente de Eric. Larin no perdonó desde los once metros y desató la alegría de la marea blanquivioleta.

Si el marcador no volvió a modificarse antes del descanso fue porque Masip completó una exhibición bajo palos. Frustró nuevamente a Raphinha, esta vez en un intento cruzado, y, en el córner posterior, evitó una diana de cabeza de Christensen. Lewandowski lo buscó justo después con un disparo lejano con la zurda que acarició la madera de la portería de un Valladolid que había hecho lo más difícil y no quería malbaratar la ventaja. La primera mitad culé, más allá de las desconexiones defensivas, no fue especialmente mala. Contrariamente a lo que ha sucedido durante toda la temporada, no obstante, los de Xavi ‘perdieron’ ambas áreas.

Triste reanudación

Xavi hizo dos cambios en el descanso: dio entrada a Iñaki Peña y Kessie para proteger el histórico Zamora de Ter Stegen y el físico de Sergi Roberto. Eric Garcia se ubicó en el lateral derecho y empezó la reanudación con una pérdida fruto de la desconcentración. El Valladolid logró imponer el ritmo lento que le interesaba y el Barça no pudo desarrollar su mejor fútbol con continuidad. El banquillo blaugrana reaccionó para intentar los problemas de fluidez de su equipo con una nueva doble sustitución. Dembélé y Ferran entraron en escena para intentar inquietar a una defensa local que estaba demasiado tranquila. Raphinha, uno de los damnificados, aprovechó la ocasión para mandar un mensaje de apoyo a Vinicius contra el racismo.

Los minutos pasaron sin que sucediera nada trascendente sobre el terreno de juego. A unos les iba de perlas el resultado y los otros no tenían la exigencias competitivas necesarias para 'levantar' varios goles en contra. El Valladolid no podía relajarse y aprovechó la laxitud rival para dictar sentencia. Primero, un centro de Plata se envenenó y se estrelló contra el palo. Poco después, el ecuatoriano se redimió y marcó a placer en una jugada que fue invalidada por fuera de juego pero que el VAR corrigió. Eric Garcia volvió a salir en la foto. Los de Pezzolano tuvieron una ocasión muy clara para culminar la goleada con el cuarto de la noche, pero Rosa se topó con el palo.

Lewandowski pudo maquillar el marcador y dar un nuevo paso hacia el Pichichi gracias a un 'regalo' de Frenkie, pero el campeón liguero no pudo finalizar con buenas sensaciones el envite. El Barça se vio completamente superado por las obligaciones y necesidades de su contrincante y no estuvo a la altura de las expectativas.