Automovilismo

Más allá de Fernando Alonso y Carlos Sainz: los otros españoles de la Fórmula 1

Los pilotos son la cara visible de la F1, pero detrás existe un gran equipo que trabaja para que los resultados se reflejen en pista | Alicia, Gorka, José Luis y Aleix nos cuentan cómo es su día a día en la máxima categoría del motor

Alicia Herrera, Gorka Narbarte, José Luis Mateos y Aleix Casanovas.

Alicia Herrera, Gorka Narbarte, José Luis Mateos y Aleix Casanovas.

Fernando Alonso ha devuelto los focos a la Fórmula 1 en esta temporada. Los españoles vuelven a disfrutar y saborear el rugir de los motores, pero con especial atención a un monoplaza: al número 14 de Aston Martin. La escudería inglesa ha arrojado, como su color verde, esperanza a todos los fans que siguen creyendo en este deporte. La máxima categoría del motor requiere de mucho sacrificio para que los resultados salgan a pista. Los pilotos son la cara visible, pero detrás hay todo un equipo trabajando en el garaje -y fuera de él- para que el coche llegue al podio.

Los protagonistas de esta historia lo saben de primera mano. Palabras como sacrificio, humildad, ilusión, ganas o trabajo no les son ajenas. Alicia Herrera, Gorka Narbarte, José Luis Mateos y Aleix Casanovas son algunos de los españoles que trabajan en este deporte. Un primer mecánico, dos ingenieros y el entrenador personal del piloto británico George Russell cuentan a Prensa Ibérica su experiencia dentro de la Fórmula 1.

El origen: donde todo empieza

Escuchar a Antonio Lobato narrar las victorias de Fernando Alonso durante su etapa con Renault y ver cómo logró el título de campeón del mundo sembró el sueño de muchos jóvenes para dedicarse a la Fórmula 1. José Luis Mateos tuvo muy claro desde joven al ver las carreras que quería dedicarse a ello. Este gaditano llegó a faltar a clase para ver los entrenamientos de la Fórmula 1 en Jerez, se le quedó grabado en la retina y desde entonces se empecinó a llegar hasta allí. Tuvo fijación con su objetivo, por eso entró a estudiar ingeniería aeronáutica en la Universidad de Sevilla.  

José Luis Mateos, ingeniero de telemetría de Williams.

José Luis Mateos, ingeniero de telemetría de Williams. / Williams Racing

Gorka Narbarte estudió una ingeniería en la Universidad de Mondragón en Guipúzcoa, pero no le convenció: buscaba conocer más la parte técnica de los coches. Cogió todo lo que tenía y se fue a la escuela de Monlau en Barcelona para estudiar mecánica de competición porque es “mucho más práctico”, como explica. Le gustó tanto lo que estaba estudiando que poco a poco comenzó a hacer prácticas en la escuela para ir aprendiendo sobre el terreno. A Alicia Herrera, como a Gorka y José Luis, le gustaba la Fórmula 1 porque se veía en casa. Además, tenía el aliciente de que su hermano y su tío eran ingenieros. Sabía de primera mano lo que implicaba esta profesión. Sin embargo, esta madrileña afincada en Reino Unido tiene grabado a fuego los comentarios negativos que fue recibiendo cuando era estudiante: “Yo estaba segura que se me daba muy bien la ingeniera, pero la gente me decía: ¡Uy, Alicia! Con las notas que tienes, ¿estás segura?”, recuerda esta madrileña. 

“Nunca pensé que la Fórmula 1 sería una salida profesional para mí”

Aleix Casanovas

— Preparador físico de George Russell

La nota discordante la aporta Aleix Casanovas, que al contrario de Alicia, Gorka y José Luis, estudió ciencias del deporte porque siempre ha estado ligado a la actividad física. Nunca llegó a imaginar que se dedicaría al mundo del motor. Dejó su pueblo natal en Barcelona para estudiar un máster en Finlandia, pensó en quedarse en el país nórdico un tiempo, pero le vino una oportunidad en una empresa de la Fórmula 1 y se adentró sin meditarlo mucho. “Nunca pensé que la Fórmula 1 sería una salida profesional para mí”, rememora con una sonrisa. Desde 2017 trabaja codo con codo con el piloto británico George Russell.

Las claves para la próxima generación de la Fórmula 1

Gorka Narbarte: “Si la Fórmula 1 es tu sueño tienes que trabajar mucho por ello, todo el mundo puede llegar, si he llegado yo cualquiera puede hacerlo, vengas de dónde vengas y seas cómo seas. El carácter y la dedicación es lo más importante, el conocimiento técnico vendrá después”.

Alicia Herrera: “Si te gusta y lo tienes claro lo más importante es que no te dejes influenciar por los malos comentarios. Y que insistas, aunque te digan que no mil veces, solo necesitas que te digan que sí una”.

Aleix Casanovas: “Te tiene que gustar mucho porque los sacrificios son muchos. Tienes que tener un poco de suerte, estar en el lugar y el momento indicado. Aunque parezca una tontería el inglés debe ser una prioridad máxima. Es un mundo muy bonito”

José Luis Mateos: “Sed cabezotas. Si realmente te gusta inténtalo y lucha por ello. A mi me llevó seis años, pero solo hay que esperar la oportunidad, que llegará. Es estar en el momento adecuado, insistiendo. Si te gusta, merece la pena. No es fácil, te tiene que gustar porque muchas veces lo que te hace seguir adelante es la pasión. Son muchas horas y mucho estrés”. 

Trabajo, sacrificio y un golpe de suerte

Un golpe de suerte y mucho sacrificio llevó a Gorka Narbarte a la Fórmula 1. Después de trabajar en varias categorías del motor, este irunés recibió en 2015 un correo electrónico para formar parte del equipo de Marussia F1 Team, que por aquel entonces era la escudería más pequeña del paddock. Llegó con la intención de ser el segundo mecánico y pasar a ser el primero cuando entendiera los procesos de trabajo. El primer mecánico es el líder de la flota y todos los mecánicos, incluido el segundo, trabajan bajo sus órdenes.

Gorka Narbarte, primer mecánico de Williams, cambiando una rueda.

Gorka Narbarte, primer mecánico de Williams, cambiando una rueda. / Williams Racing

La escudería inglesa Williams vio cómo trabaja Gorka y le quiso fichar, pero el irunés condicionó su contratación. Les dijo que no podía dejar colgado a su equipo en Marussia porque quería devolver la confianza que depositaron en él. “Williams aceptó mis condiciones, acabé el año con Marussia F1 y empecé en el equipo de Williams”, cuenta. En 2017 Gorka comenzó a trabajar en Williams en un rol que él considera muy importante: “La gran mayoría de equipos funciona con cuatro segundos mecánicos, tienes la persona que hace la parte delantera, la parte trasera, y así sucesivamente. Tienen una posición fija y luego está otra persona que va “flotando” si tenemos un volumen más alto de trabajo va ayudando a quien haga falta. Empecé con ese rol, considero que es importante porque no te aburres, no es monótono, puedes hacer diferentes trabajos, te da una vista más precisa de lo que es el monoplaza. Es un trabajo que pide mucho detalle”, relata el actual primer mecánico de Williams.

"En 2018 hice varias carreras como primer mecánico de Robert Kubica"

Gorka Narbarte

— Primer mecánico de Williams

Gorka aprovechó su posición para ir perfeccionando su inglés y conocer al equipo. A finales de 2017 salió la vacante para primer mecánico, no se lo pensó mucho y decidió probar. “Aplicamos varias personas y me eligieron a mí. Estuve trabajando en la parte trasera del garaje y también cubría las bajas de los primeros mecánicos. Por ejemplo, en 2018 hice varias carreras como primer mecánico de Robert Kubica”, cuenta. 

Los espectadores solo vemos la punta del iceberg, como afirma Alicia, y ellos ven el resto, lo invisible, la parte más sacrificada y dura. Esta madrileña forma parte de la otra cara de la Fórmula 1. Antes de terminar su ingeniería en la Universidad Carlos III de Madrid se embarcó directamente en el equipo de McLaren, donde consiguió unas prácticas para desarrollar los sensores de los coches, ella apuntaba alto pese a que las ofertas siempre iban dirigidas a trabajadores que tenían experiencia. “Recuerdo que mi tío me dijo un comentario que no se me olvidará nunca: "Buscar trabajo es un trabajo en sí. Tómatelo muy en serio, hazte una lista de 30 empresas y ve una por una echando". Y empecé a enviar currículums, no me quedé corta porque envié a Ferrari, Red Bull, McLaren… cualquiera te diría que a dónde vas”, subraya Alicia. Su persistencia dio sus frutos porque el reclutador de McLaren la llamó para una entrevista. Cuando terminó sus meses de prácticas la empresa automovilística le ofreció un puesto, sin embargo, ella se negó y decidió seguir estudiando porque veía futuro en la electrónica aplicada en la mecánica: “Hice un máster en mecatrónica y me dije que, si seguían teniendo interés, seguro que podían esperar un año más”, dice, segura de la decisión que tomó.  

“Llegué a la Fórmula 1 a base de no aceptar un no por respuesta. Para ser médico tienes que nacer para ello y esto es lo mismo”

Alicia Herrera

— Ingeniera de sistemas electrónicos del túnel de viento de Williams

Alicia seguía su camino, pero las voces discordantes continuaban susurrándole comentarios negativos acerca de su elección. “He seguido todos los pasos y creo que valgo para estar en la Fórmula 1. Me generó ansiedad este pensamiento porque me dije que como no consiga esto [trabajar en la Fórmula 1] no va a valer nada, aunque pueda conseguir un trabajo maravilloso no me va a gustar”, sentencia. Lo expresa con rotundidad sin ningún atisbo de duda y pese a todos los noes que se encontró por el camino. Williams contactó con ella, se fue a Inglaterra durante tres días para ser entrevistada y hacer valer su puesto como ingeniera dentro de la escudería. Consiguió el puesto: “Así llegué a la Fórmula 1, a base de no aceptar un no por respuesta. Para ser medico tienes que nacer para ello y esto es lo mismo. El sacrificio que lleva es tan grande que lo haces por pasión. Me gusta mucho contar esto, espero que a alguien le inspire porque en su día solo recibí mensajes negativos, pero camuflados. Un examen no determina quién eres. Y a veces no importa el conocimiento, importa más la actitud que tengas y lo determinado que seas. Al final siempre estamos resolviendo problemas que es de lo que se trata la vida”, enfatiza la ingeniera de Williams.

“Entrar es complicado pero una vez que lo consigues es más fácil moverse"

José Luis Mateos

— Ingeniero de telemetría de Williams

José Luis Mateos tiene una actitud parecida a la de Alicia. Desde pequeño le gustaba la Fórmula 1 y aprovechando el proyecto de Formula Student, de la Universidad de Sevilla, dio el paso al motorsport. Le salió una oportunidad de trabajar en Fórmula 2 con Racing Engineering (que en la actualidad ya no existe): “Entrar es complicado, pero una vez que lo consigues es más fácil moverse. Me dejaron trabajar en pista con otros equipos porque anteriormente lo hacía en las oficinas. Poco a poco fui haciendo campeonatos hasta que entré a un equipo de Fórmula E hace cuatro años, me mudé a Inglaterra e hice tres años de Fórmula E. Y a finales de 2021 me salió una oportunidad en Williams y evidentemente me tiré de cabeza. Desde entonces aquí estoy”, argumenta el gaditano. 

José Luis Mateos y Gorka Narbarte junto al resto del equipo de Williams y el piloto Alex Albon.

José Luis Mateos y Gorka Narbarte junto al resto del equipo de Williams y el piloto Alex Albon. / Williams Racing

El día a día en la Fórmula 1

Gorka Narbarte no para de viajar de un Gran Premio a otro. Si las carreras comienzan los fines de semana, él y su equipo se preparan antes. Por norma general, los martes y los miércoles sirven para montar el bólido, e intentan que el miércoles el monoplaza esté de una pieza para que el jueves solo rematen los reglajes del vehículo, en este caso, del piloto Alex Albon. Como primer mecánico del piloto británico-tailandés, Gorka se tiene que asegurar de que el coche esté bien montado con las especificaciones correctas para maximizar el rendimiento del bólido. Dirige un equipo de 16 personas y planifica qué mecánico se puede dedicar a una parte específica del coche para cerciorarse de que está todo correctamente y que el coche esté en pista cuando toque. Los viernes exhiben el coche en el pit lane para explicar a los periodistas las mejoras que han adaptado a esa carrera. Depende de dónde se celebre el Gran Premio y las características que se presentan en él se hacen unos cambios u otros tras probar el coche en los Libres 1 y 2.

Gorka Narbarte en el garaje de Williams.

Gorka Narbarte en el garaje de Williams. / WILLIAMS RACING

José Luis Mateos también tiene una vida ajetreada, de un lado para otro. Su trabajo como ingeniero es asegurarse de que todos los sistemas del coche electrónico e hidráulico estén funcionando correctamente. Con estos sistemas sacan el máximo rendimiento del bólido. Su piloto particular es el británico-tailandés, Alex Albon, con quien discute cómo mejorar ciertos parámetros como la salida. El año pasado José Luis acabó “loco de la cabeza” yendo a todas las carreras del calendario. Como esta temporada hay 23 ha decidido ir rotando y se perderá cinco o seis carreras. El ingeniero de Williams viaja los martes si se trata de una carrera fuera de Europa y si es dentro del continente suele hacerlo los jueves. Una vez allí, su primera tarea es observar que la telemetría no da errores cuando los mecánicos van ensamblando los coches. También prepara nuevos elementos que quieren probar durante los entrenamientos. “Todo el rato que el monoplaza está con el motor encendido, nosotros estamos viendo en nuestros ordenadores los datos de telemetría. Estamos continuamente monitoreando que todo funciona como debe. Si hay algo fuera de lugar o no”, explica.

La base sobre la que se sustenta todo este trabajo de Gorka y José Luis se produce en los entresijos de la fábrica de Williams. Ahí está Alicia, concretamente en el túnel de viento. Para que un coche gane la carrera y esté en el podio el proceso que hay detrás es muy largo. El monoplaza se diseña en un 60% de su tamaño real para que se pruebe en el túnel de viento. Este es como un edificio entero: “Es la mayor pieza de ingeniería que he visto en mi vida. El coche no tiene motor, está sujeto por una especie de mástil desde el techo que sustituye al motor. Lo que hace correr el coche es una cinta; la cinta se mueve para hacer cualquier angulación. Se intenta recrear las condiciones del circuito”, describe. Alicia es ingeniera de sistemas electrónicos del túnel de viento y se dedica a diseñarlos, mantenerlos y actualizarlos. El túnel de viento funciona casi las 24 horas del día, lo que propicia que en algunas ocasiones haya problemas. Alicia los localiza para solucionarlos lo antes posible. Y nos adelanta con cierto secretismo que actualmente está trabajando en el desarrollo de una nueva novedad: “No puedo dar muchos detalles, pero he tenido una idea de lo que se puede mejorar y a eso me estoy dedicando ahora. Para que cuando esté terminado se pueda implementar en el coche”, dice, satisfecha del trabajo que ha hecho hasta ahora.

Alicia Herrera en el túnel de viento de Williams.

Alicia Herrera en el túnel de viento de Williams. / WIlliams Racing

Aleix Casanovas tiene un rol totalmente diferente a los anteriores protagonistas. Deja de lado la fábrica, el garaje y la pista, pero este joven barcelonés pasa su día a día al lado de George Russell. Como el piloto británico vive en Mónaco, Aleix estableció su residencia allí para poder asesorarle y entrenar con él. Cuando el calendario de la Fórmula 1 está de parón, aprovechan para preparar algún asunto clave para las próximas carreras. En este caso, el GP de Azerbaiyán y de Miami. Este último de los más exigentes a nivel de deshidratación, por lo que entrenan para hacer frente a los contratiempos durante las carreras. “Comemos juntos, hablamos, intentamos hacer de todo porque no solo importa entrenar, sino que te preocupas por la persona que esté bien, que coma bien. Siempre estoy en contacto con el chef que tiene en casa para asegurarnos de que come lo que toca”, cuenta. Los preparadores físicos son una extensión del piloto en la Fórmula 1 porque los acompañan a casi todas partes, incluso durante los compromisos con los patrocinadores o las entrevistas: “Si encontramos una ventana para entrenar un poco, lo hacemos”, relata. Y antes de las carreras Aleix tiene una manía: apuntarse “absolutamente todo, aunque sean tonterías”. Lo primordial para él es saber dónde está el baño más cercano al garaje porque sabe que tendrán que ir un par de veces antes de la carrera: “Me gusta estar organizado. Pienso que si estoy lo más preparado posible en el caos las cosas saldrán mejor”, confiesa. 

Presente vs Futuro

Gorka Narbarte, primer mecánico de Williams, pese a que lleva varios años en la F1, se sigue asombrando del avance tecnológico que tiene este deporte: “Lo que hacemos aquí es increíble, es de otro mundo. Hace muchos años se intentaba contratar a aeronáuticos para desarrollar los monoplazas. Hoy en día es diferente. En Williams hemos perdido a dos ingenieros que se han ido al proyecto Space X de Elon Musk”, cuenta. Pese a que su pasión es el motosport, el irunés argumenta que no se ve durante muchos años más dedicándose a ello: “Llevar un balance es muy complicado porque si de normal el trabajo es el 70% de tu vida en la Fórmula 1 lo es aún más. Ves que hay familias que se destructuran porque pasan mucho tiempo fuera de casa. Sinceramente no me veo muchos más años haciendo esto porque yo quiero ser un padre, un marido, un amigo... Me doy cuenta de que trabajar en la Fórmula 1 tiene un peaje muy alto que es la vida personal”, reflexiona.

Alicia Herrera junto a uno de los coches de Williams Racing.

Alicia Herrera junto a uno de los coches de Williams Racing.

En contraposición se encuentra José Luis, aunque muchas veces piensa en cómo será su vida de aquí a cinco o diez años, tiene claro que mientras pueda compaginar su vida personal con la Fórmula 1 seguirá en este deporte. A Alicia la cultura inglesa le gusta e irse a Reino Unido fue una elección propia, por eso no se plantea a largo plazo cambiar de trabajo: “Tienes que tener pasión porque pasas mucho tiempo trabajando”, relata. Aunque sea la única española de su departamento, esta ingeniera de Williams disfruta con sus compañeros cuando le gastan alguna que otra broma por su temperamento latino. Desde que llegó a la escudería no se ha planteado dejarla porque está muy a gusto tanto en lo laboral como en lo personal. Para Aleix su futuro es una incógnita: “Es una pregunta que me hace todo el mundo desde hace años. Y mi respuesta siempre es la misma: no tengo ni idea. Continuaré durante el tiempo que tenga ganas y motivación, George lo hace muy divertido. Le pone muchas ganas y pasión”, concluye.