Europa League

El Sevilla remonta y saca un empate de oro en Old Trafford con dos goles en propia

Tras una mala primera parte, donde el cuadro inglés empezó arrollando para ponerse 2-0, el equipo hispalense se repuso en el tramo final con dos tantos de Malacia y Maguire que dejan la eliminatoria en territorio favorable para los de Mendilibar

El Sevilla empata ante el Manchester United.

El Sevilla empata ante el Manchester United. / EFE

Denís Iglesias

La temporada del Sevilla es un pasillo sombrío. Pero el aura de la Europa League, el torneo que ha logrado conquistar en seis ocasiones, ofrece destellos al final de túnel. El conjunto de Mendilibar sacó un empate de oro en Old Trafford tras un mal partido donde el United acabó confiándose. El vendaval inicial de los de Ten Hag les permitió tomar dos goles de ventaja. Tuvieron infinidad de ocasiones para dejar sentenciada la eliminatoria, pero el cuadro hispalense aprovechó el desenlace para igualar el marcador y jugársela en ventaja moral y deportiva en el Sánchez Pizjuán.

El partido arrancó como una línea más del hilo argumental que ha sumido en la mediocridad a un equipo que había hecho de la zona noble su hábitat natural. El Sevilla parecía detonado por la mala planificación deportiva de Monchi y la incapaz propuesta inicial de un Mendilibar que apostó por una alineación sin '9', plagada de rotaciones, pensando en la lucha por no descender (este fin de semana tiene un duelo clave ante el Valencia) y con titulares que no lo son. Aunque los cambios de la segunda mitad revolucionaron el duelo. Porque Navas forzó el error defensivo del United que terminó en el primer gol en propia de Malacia y En-Nesyri el de la igualada, obra de Maguire.

Nianzou no da el nivel

Tuvo que esperar el Sevilla hasta abril para jugar con la pareja de centrales que iba a sustituir a Diego Carlos y Koundé, una de las más sólidas el curso pasado. Sin embargo, Marcao y Nianzou son una dupla insuficiente hasta para el menor ritmo de la Liga, que acaban pagando todos los equipos españoles, menos el Real Madrid, en este tipo de partidos. El primero acusó la falta de actividad al principio y el segundo, por el que Monchi pagó 20 millones, no da el nivel.

Tardó poco en generar problemas el United de Ten Hag, quien no se resintió de la baja de su mejor hombre, Marcos Rashford. Apenas 25 segundos le bastaron para disfrutar la gran primera oportunidad. Solo unos centímetros privaron a Sancho de inaugurar el marcador. Bono, de regreso a la titularidad, sacó una mano prodigiosa a un zurdazo de Antony previo al primer gol de Sabitzer.

Sabitzer, un mediocentro letal

Bruno Fernandes, espectacular esta noche, filtró un balón entre los muñecos de la zaga hispalense que el mediocentro austriaco resolvió con un duro disparo. El Sevilla caía en la trampa del United una y otra vez, que le atraía con espacios para matarlo a la contra. Sabitzer volvió a poner al equipo de Mendilibar en el paredón poco después, con un segundo tanto calcado al primero.

Buena contra de Martial, que aprovechó un resbalón de Nianzou para expulsar a los visitantes del partido. A pesar de la depresión, De Gea estrenó sus guantes en el descuento para abortar una ocasión muy clara del proscrito Nianzou que salvó bajo palos un renqueante Varanne, que fue sustituido en el descanso por Maguire.

Salir vivo de Old Trafford

La misión del Sevilla en la segunda mitad era salir vivo de Old Trafford. Una necesidad muy subjetiva que pasaba por competir al Manchester United, un equipo acostumbrado a contemporizar los partidos. Mendilibar dio entrada a Navas, pero no como lateral, sino como interior, volviendo a sus orígenes. El cambio le dio terreno a los visitantes, pero los de Ten Hag esperaban las contras para dejar sentenciada la eliminatoria.

Estuvo cerca Antony a la hora de juego, cuando dejó tumbado a Marcao después de un nuevo desaguisado de Nianzou. Su rosca se envenenó hasta golpear con violencia el larguero. El brasileño desesperaba al Sevilla con su juego eléctrico y ese mar de regates que caminan en el delgado filo de la genialidad y el ridículo. No asustaba tanto el United, porque a pesar del vendaval inicial, ni siquiera ofrecía su mejor versión. Sin embargo, el Sevilla era incapaz de tirar a puerta.

Remontada en el desenlace

En el 67, Mendilibar dio entrada al fin a un delantero, aprovechando que su homólogo retiraba piezas como Bruno Fernandes de cara a la lucha que mantiene en la Premier para entrar en Champions. El encuentro entró en la fase de las interrupciones, con Acuña y Montiel entrando en las refriegas. Un espíritu canchero que tanto necesita el Sevilla para salir del atolladero. Marcao acabó por dar un paso adelante, más cómodo en la lucha con Weghorst, un delantero fijo.

Cuando la partida parecía condenada al 'game over', el Sevilla sacó toda su mística en el último cuarto de hora. Fernando filtró un pase al hueco que dejó pasar Malacia sin ser consciente de que detrás estaba Navas. Le robó la cartera y el neerlandés acabó metiéndola en propia. De repente, se escuchó a pleno pulmón el aliento de la hinchada sevillista. Old Trafford acabó sumido en un silencio atronador con el 2-2 de Maguire, en quien pegó un cabezazo de En Nesyri que volteó la brújula emocional de este partido. El Sevilla, aún enterrado, es la Europa League.