Fútbol

Sonrisas y lágrimas en Montilivi

El Girona se llevó un intenso derbi ante el Espanyol, decidido por un penalti postrero de Stuani | Braithwaite había neutralizado el 1-0 gerundense, logrado con un soberbio zurdazo por Arnau Martínez

Una imagen del Girona - Espanyol.

Una imagen del Girona - Espanyol. / EFE

Jonathan Moreno

Girona y Espanyol honraron la palabra derbi. No decepcionó para nada el encuentro de Montilivi, con dos equipos en apuros y que necesitaban los puntos más que Carpanta un bocadillo. Los rojiblancos, mucho más ambiciosos en el cómputo global, asestaron un duro golpe a los pericos, que se quedan tiritando y a punto de caer a la zona de descenso. Arnau Martínez, con un golazo antológico, y Stuani, transformando un penalti, ningunearon el noveno tanto de Martin Braithwaite en Liga. Menuda temporada del danés.

Diego Martínez modificó dibujo, poblando la medular con un trivote de carácter defensivo con Gragera y Vini Souza programados para la contención. El Girona asumió el balón, combinando con facilidad y volcado hacia la derecha, donde Tsygankov le buscaba las cosquillas a Óscar Gil, improvisado lateral zurdo. 

El pulso fue tremendo entre dos conceptos muy distintos de entender el juego. El Espanyol optaba por acciones directas, con Joselu intentando descargar a segunda línea. Los rojiblancos amasaban la jugada, sin encontrar filtraciones en la tupida zaga perica. No fue hasta superada la media hora que se aceleró el pulso. Sergi Gómez afanó a Oriol Romeu el 1-0 con un cruce providencial tras una serie de rebotes en un córner. Subieron la intensidad los de Míchel, y en el 33' Taty Castellanos no embocó tras haber cuerpeado bien. La más clara de los gerundenses se produjo con el reloj encarando el intermedio, cuando Tsygankov la estrelló con todas sus fuerzas contra el lateral de la red en una buena transición colectiva. Escaso el Espanyol produciendo, sólo una incursión aislada de Rubén Sánchez que no entrañó peligro para Gazzaniga. 

El empuje local encontró premio tras el descanso y en una segunda acción. Pero qué segunda acción. Arnau Martínez se acomodó el cuero con la derecha después de un rechace defensivo y armó la zurda con tal precisión que la ajustó a la escuadra.

Intervino Diego Martínez y arriesgó. No le quedaba otra al gallego e introdujo a Denis Suárez. Último cartucho. El Espanyol creció y se instaló en terreno enemigo. Primer paso hacia el equilibrio. Rubén Sánchez colgó al segundo palo, Puado cabeceó al área pequeña y ahí apareció Braithwaite para comerle la tostada a David López. 

La historia del encuentro no estaba escrita y Sergi Gómez se encargó de emborronarla con una entrada que Ortiz Arias, VAR mediante, castigó con expulsión. El derbi catalán aumentó la temperatura, si ya no estaba suficientemente caldeado. A Diego le entró el 'canguelo' y realizó un doble cambio 'amarrategui' y el fútbol le penalizó. Vini Souza derribó a Santi Bueno en el área y Stuani no perdonó desde los once metros engañando a Pacheco. Para colmo, el míster vigués retiró a Denis tras apenas media hora sobre el campo y el consiguiente mosqueo del exceleste. Los últimos minutos fueron un 'espantamiedos' del Girona con un Espanyol completamente desesperado.