Opinión

Minuto 91. Perder así está permitido, aunque al Mallorca no le sirva para nada

El equipo de Aguirre cayó ante el Espanyol compitiendo, que es lo mínimo que se le puede exigir a unos profesionales, lo que no hicieron en las cuatro derrotas precedentes

Braithwaite celebra el primer gol, con Rajkovic y Nastasic abatidos.

Braithwaite celebra el primer gol, con Rajkovic y Nastasic abatidos. / LaLiga

Ricard Cabot

Ricard Cabot

No deja de ser un triste consuelo, pero por agarrarse a algo de la derrota del sábado ante el Espanyol hay que decir que no fue como las cuatro anteriores encajadas de forma consecutiva a domicilio, lo que no es un dato menor. Decía en la víspera Javier Aguirre que lo único que le pide a sus jugadores es que compitan. Y es lo que hicieron ante los ‘pericos’, competir. Después el resultado será mejor o peor, pero está claro que si das la cara, si presentas batalla, las posibilidades de salir victorioso, o al menos no derrotado, aumentan de forma considerable. Y no estuvo lejos el Mallorca de al menos arañar un punto, que no hubiera sido ni mucho menos injusto.

Hablar de los árbitros da cada vez más pereza.

Escudarse en los posibles errores de Alberola Rojas para justificar la derrota le hace un flaco favor al Mallorca, que perdió porque su rival marcó un gol más. Fin de la historia. ¿Que pudo haber señalado manos de Óscar Gil en el área a los ocho minutos? No hubiera sido justo porque el balón impacta en su codo izquierdo, con los dos brazos sujetos atrás. Voluntariedad, ninguna. ¿Que pudo pitar falta de Sergi Darder a Kang en la acción previa del primer gol local? Sí, pero tampoco hay que elevar a categoría de escándalo que haya optado por no señalar nada. ¿Que pudo haber penalti sobre Amath? Sí, pero también lo es que el defensa espanyolista toca el balón ante las mismas narices del colegiado, muy bien colocado. Lo mejor que pueden hacer los jugadores, como muy bien hace el club, es olvidarse de este partido, conformarse, que no es poco de donde se venía, con que en el RCDE Stadium se ha dado un paso al frente, y centrarse ya en el doble compromiso en Son Moix, donde hay que atar la permanencia. Llegan el colista Elche  -el exceso de confianza puede ser el peor rival- y la Real Sociedad, que juega muy bien al fútbol pero que el sábado demostró ante un moribundo Valencia que es de este mundo y que también sabe perder. El Mallorca no perderá nada los próximos quince días, pero puede ganar mucho.

Aunque a lo mejor es porque no le

ha quedado más remedio, el Mallorca, en la persona de su consejero delegado, Alfonso Díaz, se ha pronunciado esta semana sobre el escándalo Enríquez Negreira. Aunque sea de cara a la galería, porque poco o nada van a hacer los clubes, exigió el dirigente mallorquinista que se investigue hasta el fondo para averiguar por qué el Barcelona, que juega la misma competición que el Mallorca y el resto de clubes, ha pagado durante dos décadas al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. ¿Actuaban los colegiados mediatizados por Negreira cuando dirigían al Mallorca, que es lo que nos atañe? Por esto el club bermellón está obligado a pedir explicaciones, las que esperamos todos que dé Laporta, aunque sea para justificar lo injustificable.

El Nàstic, que el ayer perdió 0-4 ante el Eldense, echó a su entrenador y a su director deportivo, igualito que en el Atlético Baleares

El Atlético Baleares, cada vez peor.

Enésima derrota, la segunda de Tato, del Atlético Baleares. Ayer fue el Amorebieta, y el domingo que viene, si alguien no lo remedia, será el Numancia el verdugo de los blanquiazules. El Nàstic, que ayer perdió 0-4 ante el Eldense, no se lo pensó dos veces: fuera el entrenador y el director deportivo. Igualito que aquí.  

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