Fútbol

La gira mundial de Héctor Cúper

El argentino habrá dirigido a once clubes y cinco selecciones, tras firmar con Siria, en once países distintos u Tiene tres títulos en su palmarés, logrados en finales a doble partido

Manuel Fernández

Manuel Fernández

Once países y cuatro continentes. La vida de Héctor Raúl Cúper (Chabás, Santa Fe; 16 de noviembre de 1955) está llena de viajes, mudanzas y timbres en su pasaporte. Toda una historia deportiva como entrenador que le ha llevado a trabajar en once clubes y cincos selecciones, algunas de las más humildes. La última es Siria, a la que dirigirá desde el banquillo con 67 años cumplidos.

Héctor Cúper se inició como entrenador en 1993 el equipo en el que vivió sus mejores tiempos y se retiró como futbolista, el Huracán de Buenos Aires. Dos años después firmaba por Lanús. Su trayectoria y el triunfo en la Conmebol le permitieron dar el salto a Europa: fichó en el verano de 1997 por el Real Mallorca.

En la isla comenzó su particular gira mundial por el fútbol y a labrarse su leyenda. No siempre positiva, curiosamente, ya que pese a llevar a clubes y selecciones a grandes cuotas, nunca ganó títulos a un único partido y se le calificó como “el entrenador que pierde finales”.

En Mallorca inició la que ha sido la mejor época del club. Llevó a los bermellones a la final de Copa del Rey (1998) y de la Recopa (99), perdidas en los penaltis ante el Barça y ante la Lazio (2-1), aunque ganó la Supercopa en el inicio de la campaña 98-99 (ante los azulgrana, a doble partido).

En verano de 199, y retumbando aún en sus oídos los cánticos de «Cúper, quédate» de la afición del Mallorca, ficha por el Valencia. Allí conoce la cara cruz de los banquillos, en una plaza tan difícil y bipolar como Mestalla. Dos finales de Champions (ante Real Madrid y Bayern, esta en los penaltis) minimizan sus dos campañas en el cuadro ché (con el que ganó la Supercopa 1999-200). Los gritos de «Cúper, vete ya» y, sobre todo, que aficionados zarandeen su vehículo cuando salía de Mestalla con su familia le llevan a salir de Valencia.

Milán acogió a Cúper. El Inter, e otro intento de reverdecer viejos laureles, apuesta por el de Chabás. Dos buenas campañas, clasificando al equipo segundo y tercero, no fueron suficientes para superar el bache a inicios de la tercera temporada: destituido en la jornada 6 con el octavo. También le lastró su mala sintonía con Ronaldo Nazario. «Es el peor entrenador que he tenido en mi vida», aseguró en varias entrevistas el delantero brasileño. En su paso por el Inter dejó como anécdota el fichaje del jardinero del Mallorca, Benito Mateo, que siguió en Milán tras la salida de Cúper.

Un año sabático después, el Mallorca llama a su puerta en un intento de escapar de un descenso que parecía asegurado. Casi de forma milagrosa se salva en la última jornada y la leyenda de Cúper se agranda. Pero en la 2005-06 no va nada bien. El rendimiento de varios fichajes no es bueno (como Jonás Gutiérrez), otros no funcionan y alguno choca con el míster (como Ballesteros). Decide renunciar un 14 de febrero de 2006, tras haber empatado con el Getafe con pañolada de la afición, y renuncia al sueldo que debía cobrar hasta finalizar su contrato en junio de 2007 (unos 4 millones de euros).

A partir de ese momento la carrera de Héctor Cúper inicia un lento retroceso. Empieza a estar fuera del circuito de entrenadores de elite y no recibe llamadas de equipos importantes, hasta que casi año y medio después el Betis llama a su puerta. Manuel Ruiz de Lopera intenta repetir la buena jugada que hizo con el pobler Llorenç Serra Ferrer, que también tuvo un paso exitoso como técnico bermellón. Pero Cúper, ídolo del mallorquinismo, no se come los turrones en Sevilla. Es despedido un 2 de diciembre con los verdiblancos penúltimos (temporada 2007-08).

Regresa a Italia en el verano de 2008. El Parma le llama para intentar enderezar el rumbo de un equipo en el que los jóvenes no acaban de asentarse y son referencia veteranos como Lucarelli (31 años), Corradi (31) o Fernando Couto (37). Gustavo Siviero, central al que fichó en su primera etapa en el Mallorca, le acompaña en el cuerpo técnico. Llegó en marzo y fue despedido en mayo, una semana antes de consumarse el descenso a la serie B.

Georgia es su primer contacto con una selección. Firma en agosto de 2008 y se marcha en octubre de 2009, tras ganar solo un partido de 16 disputados.

Un mes después, sus maletas están en Grecia. Reside en Salónica 13 meses como entrenador del Aris. En una plantilla con varios españoles y conocidos futbolistas como Abreu o Freddy Adu no consigue títulos. Es más, extiende su leyenda de ‘perdedor de finales’ al perder la copa de Grecia ante el Panathinaikos (1-0) en 2010. Tiene al equipo en la Europa League, pero dimite en enero de 2011 tras dos derrotas seguidas.

Descansa hasta el 30 de junio, que es cuando le presenta el Racing de Santander para sustituir a Marcelino García Toral. Se hace la foto con el presidente Francisco Pernía (condenado en 2020 a condenado a 4 años de cárcel, 10 meses de multa y a reintegrar 127.357 euros al Racing por un delito continuado de administración desleal entre los años 2006 y 2011). Con el club en concurso de acreedores desde julio, dimite en la jornada 14 (no está en el banquillo en la jornada 1); el Racing es colista tras haber ganado solo un partido y tras haber perdido en Son Moix (2-1) ante un Mallorca dirigido por Joaquín Caparrós.

Menos de un mes después es recibido por todo lo alto en Ordus, Turquía. Es el sexto país en el que reside. Con el Orduspor (pierde la final de Copa ante el Gaziantepspor, por 3-1, en mayo de 2012) se sienta en el banquillo hasta abril de 2013. Rescinde su contrato de mutuo acuerdo con la directiva, tras cinco derrotas consecutivas y después de que ya hubiese presentado su dimisión (que no fue aceptada) a principios de ese mes.

En noviembre de ese año, Cúper sorprende con un destino inesperado: ficha por el Al-Wasl de Dubai (Emiratos Árbes Unidos). Asume la dirección del primer equipo del club, en el que trabaja como director técnico el mallorquín Toni Amor (actual segundo entrenador en el Mallorca de Javier Aguirre). La telvisión que retransmite el encuentro capta a Cúper en el palco viendo a su nuevo equipo y acompañado de Amor. El mallorquín ya no estará en el club cuando Cúper se marche en marzo de 2014.

En el Mundial con Egipto

Cúper regresa al circuito de entrenadores con su fichaje por Egipto. Es marzo de 2015 y los ‘faraones’ le reclutan para llevar a su selección al Mundial de Rusia (2018). El argentino reanima a una de las grandes de África, a la que lleva primero a disputar la final de la Copa Africana de Naciones: pero se impone de nuevo la ‘leyenda’ y pierde el título ante Camerún (2-1). En octubre de 2017, Egipto se clasifica para el Mundial. Pierde los tres partidos de la fase de grupos y es eliminado, lo que provoca que la federación prescinda de sus servicios.

Uzbekistán le llama casi de inmediato. Cúper acepta la propuesta, de tres años. Pero los resultados no son buenos: no pasa de los octavos de final en la Copa de Asia y tras perder con Palestina en la fase de clasificación para el Mundial de Qataracuerda la rescisión de su contrato con los ‘osos blancos’ solo un año después, en septiembre de 2019.

Cúper vuelve a ser noticia en mayo de 2021. Con la pandemia por el coronavirus prácticamente superada en todo el mundo, el argentino se adentra en el centro de África para tomar las riendas de la República Democrática del Congo, una de las naciones más pobres del mundo. Lleva a la selección a jugar la repesca por el Mundial de 2022, pero cae eliminada ante Marruecos (equipo revelación en el campeonato disputado en Qatar). Pero ese éxito lo ensombrecen dos derrotas de los ‘leopardos’ en las Eliminatorias para la Copa Africana de Naciones y en junio de 2022 es cesado por la federación, por orden del ministro de Deportes del país. Una destitución que obligó al gobierno del Congo a negociar el finiquito (alrededor de 600.00 dólares) con Cúper y oficializar su salida ya en agosto.

En su casa de Palma ha esperado Héctor Raúl Cúper desde entonces una nueva llamada para sentarse en un banquillo. Una nueva aventura que, con 67 años ya cumplidos, le permitirá conocer otro país, otra cultura y otro fútbol. Será en Siria, federación que confirmó su contratación la pasada semana y con la que el argentino asume nuevos retos. Y, además, añadirá un nuevo timbre en su pasaporte y ampliará su particular gira mundial.

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