Opinión

ET, como en casa en los nuevos estadios de fútbol

Los nuevos campos ya no se conciben sólo para ver fútbol, porque, claro, ¿qué sentido tendría eso? ¿Un estadio de fútbol para ver fútbol?

Iñaki Moure

Iñaki Moure

Si un marciano llegase a la Tierra, se sorprendería de muchas cosas. Eso está claro. (Ahí está el caso de ET, que flipaba con un teléfono de los 80, y yo me digo: a ver, ¿vienes de una galaxia lejana y flipas con un teléfono fijo? Pues tan avanzadito no estaremos.) El marciano que llegase a la Tierra, si el denso tráfico aéreo de Mallorca se lo permite, reflexionaría: “¿Por qué estos humanos miran todo el día un apósito luminoso que llevan en la mano, acaso ese aparato al que llaman móvil es su dueño? ¿Por qué se hurgan la nariz mientras esperan el semáforo, cargarán el vehículo de esta manera?” Y reflexiones así de sesudas. No sé, me imagino.

Pero hay un sitio insospechado en que se sentiría como en casa en la Tierra. “Mi casa”, parafraseando a ET. Un sitio que le recordaría a su planeta. Y ese sitio son los nuevos campos de fútbol que se hacen ahora. 

Con esa forma ovalada con aire futurista y lucecitas y sonidos en la fachada, a mí me recuerdan a un platillo volante de los que salen en las películas de extraterrestres, al que rodean enseguida hordas de agentes trajeados del FBI y la CIA, además del sheriff barrigudo del condado. No sé quién o quiénes crearon esa tendencia de los estadios como ovnis psicodélicos, pero ha debido hacer una fortuna, porque, uno detrás de otro, desde el Wanda al Etihad Stadium, por no hablar de los proyectos de nuevo Bernabéu y Camp Nou, siguen ese camino. 

En el nuevo fútbol, la tendencia es que los estadios sean como centros comerciales con césped en medio, calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Los nuevos campos ya no se conciben sólo para ver fútbol, porque, claro, ¿qué sentido tendría eso? ¿Un estadio de fútbol para ver fútbol? NOOOOO. Ahora es una mezcla de 'shopping center', parque de atracciones, experiencia museística, I+D+I, 'ecofriendly', que sirve para reurbanizar, construir, esponjar y ampliar cuentas de beneficios. En los estadios del nuevo fútbol, se ganará en comodidad y creación de experiencias, de eso no tengo dudas. Y está bien que sea así. Estamos en la era de la espectacularidad, los sonidos 'dolby sorround' y las imágenes virtuales. 

"Quiero tener un recuerdo para esos estadios vetustos, que son como templos. Y los templos, aunque no son interactivos, también tienen su encanto"

Pero quiero tener un recuerdo para esos estadios vetustos, que son como templos. Y los templos, aunque no son interactivos, también tienen su encanto. Una vez estuve en el estadio Centenario de Montevideo, el principal de Uruguay. Una de esas antiguas catedrales del fútbol -donde no olía precisamente a incienso, sino a bocatas de chorizo grasiento-; un estadio donde la historia transpira por las paredes. Un sitio que alberga la memoria de éxitos, fracasos e ilusiones. Era un estadio que imponía respeto, sin necesidad de hologramas, lucecitas y 'showtime'. Un sitio que se ha hecho reconocible para los aficionados, generación tras generación, sin wifi ni tiendas donde comprarse el último iPhone. Un hogar vetusto, pero hogar, al fin y al cabo. ¿Y quién no quiere sentirse como en casa? ¡Hasta ET lo decía!