Vialli, fallecido por un cáncer a los 58 años, debutó como entrenador ante el Mallorca

La leyenda del fútbol italiano, Gianluca Vialli, fallecido este viernes a los 58 años en Londres a causa de un cáncer de páncreas que sufría desde 2017, debutó como entrenador en un partido contra el Real Mallorca, en la vuelta de las semifinales de la Recopa disputada en el desaparecido estadio Lluís Sitjar.

Campeón de la Liga de Campeones con el Juventus, sería su trampolín hacia la Premier League y en 1996 tomó un avión y viajó a Chelsea, donde jugó durante tres temporadas. Fue allí donde en 1999, con 35 años, decidió colgar las botas y emprender una carrera de entrenador -también en el Watford- que no le depararía demasiados éxitos.

Muere Gianluca Vialli, leyenda de la selección italiana, a los 58 años

Mallorca y Chelsea se enfrentaron en las semifinales de lo que iba a ser la última edición de la Recopa de Europa, que la disputaban los campeones de Copa de cada país -los rojillos la disputaron por su condición de subcampeones, tras la final perdida en los penaltis ante el Barcelona-. En el partido de ida, disputado el 8 de abril de 1999 en un abarrotado Stamford Bridge, se registró un empate a un gol. Paunovic adelantó al Mallorca en el minuto 30 y Flo igualaría a los cinco minutos de la segunda parte. En aquel partido, Vialli jugó la primera parte y fue sustituido tras el descanso por el que firmaría el gol del empate. El entrenador del conjunto inglés era Wilkins.

Pero en el partido de vuelta, disputado en un Lluís Sitjar lleno hasta la bandera el 22 de abril, Vialli se sentó por primera vez en el banquillo, en lo que era su debut como entrenador a los 35 años. Un debut desafortundado porque perdió ante el Mallorca (1-0) con un gol de Biagini que clasificaba al equipo de Héctor Cúper para la final de la Recopa, que el 19 de mayo perdería en Birmingham ante la Lazio del sueco Sver Goran Eriksson por 2-1.

Vialli jugó ante el Mallorca la primera parte del partido de ida en Stamford Bridge, pero en el Lluís Sitjar se sentó en el banquillo en sustitución de Wilkins

Pasarían casi dos décadas, hasta 2019, para que volviera a formar parte de un banquillo; lo hizo de la mano de su amigo Roberto Mancini, nombrado jefe de la delegación de la selección italiana.

Solo dos años después levantaría una Euro 2020 tras ganar a Inglaterra, jugando de hecho un curioso papel: el de talismán, después de que, en la segunda jornada de campeonato, el autobús salió por error del hotel sin él y tuvo que dar la vuelta para recogerle. El positivo resultado ante Suiza esa noche hizo que el fallo se convirtiera en un ritual que repitieron en el resto de partidos (Gales, Austria, Bélgica, España e Inglaterra) hasta coronarse campeones.

La enfermedad que acabó con su vida le sobresaltó en 2017, obligándole recientemente, el pasado 14 de diciembre, a abandonar su cargo como jefe de delegación de la Azzurra.