Mario Rivillos (Torrejón de Ardoz, Madrid, 1989) es una voz más que autorizada para hablar de la Liga de Campeones. La ha jugado en nueve ocasiones, por lo que este miércoles no se va a asustar cuando salte a la pista del Belleheide Sport Center de Roosdaal para disputar el primer partido de la ‘Main Round’ ante el Sporting de París. Su experiencia en la máxima categoría del fútbol sala continental es una bendición para un Mallorca Palma Futsal que está como un niño con zapatos nuevos. «Para mí la Champions es el torneo por excelencia. Soy un afortunado porque la he jugado ocho o nueve veces ya y para mí es lo mejor, se disfruta muchísimo, es un ambiente totalmente diferente», explica convencido ante los periodistas. 

Pero el madrileño es el primero que también ha compartido muchas de sus vivencias con los Barrón, Tomaz y compañía, que se estrenan en una competición de tanto lustre. Es sí, no es el único de la plantilla que la ha disputado ya que Marlon y Dani Saldise, con el Movistar Inter, y Tayebi, con el Benfica y Kairat Almaty, también sabe lo que significa. «Es otra historia, lo máximo a nivel de clubes», aseguran tanto en público como en privado. Por eso tienen tanta ilusión.

Además, Rivillos puede presumir de haberla ganado en 2017 cuando militaba en las filas del todopoderoso Movistar Inter, pero también ha competido ante los grandes de Europa defendiendo la camiseta de Barcelona y del Levante. 

Rivillos está muy vinculado a la isla desde hace tiempo porque su mujer y sus hijos son mallorquines

Ahora le toca ser una de las cabezas visibles para los verde pistacho, un rol que está encantado de desempeñar. «El club es la primera vez que la va a disputar, lo va a disfrutar mucho y espero y deseo que podamos pasar de ronda», subraya esperanzado. Es consciente de que los de Ciutat necesitan de su talento y personalidad para marcar las diferencias. A sus 32 años es uno de los líderes del vestuario y fantasea con la posibilidad de hacer historia en su primera temporada en un club tan especial para él. Rivillos está muy vinculado a la isla desde hace tiempo porque su esposa y sus hijos son mallorquines, por lo que defender el escudo de su club más representativo es más que un orgullo. 

El Mallorca Palma Futsal es otra oportunidad en su exitosa carrera, plagada de títulos -cuatro títulos de Liga y tres Copas de España, entre otros-, para seguir brillando en la elite tras sus inicios en el Pinto FS y en el Carnicer Torrejón. El que fuera máximo goleador -seis tantos-de la selección española, en la Eurocopa que conquistó en 2016, curiosamente con el mallorquín Miguelín y Ricardinho, está cuajando un buen inicio de temporada y ya es uno de los ídolos de la afición en el Palau d’Esports de Son Moix. Ahora aspira a tener continuidad en Bélgica. Por algo es el señor de la Champions.