El juicio por el caso Neymar 2 empieza este lunes. Siete años después de que se interpusiera la demanda (2015) y nueve más tarde (2013) de que se produjeran los hechos presuntamente delictivos: uno de corrupción entre particulares y otro de estafa. El caso Neymar 1 concluyó con una condena penal al Barça de 5,5 millones por el que asumía la culpabilidad y las irregularidades fiscales a cambio de que Josep Maria Bartomeu, presidente, y Sandro Rosell, el anterior, quedaban exonerados de cualquier responsabilidad.

La empresa DIS, brasileña, que tenía el 40% de los derechos de Neymar, pide penas de cinco años de cárcel para Neymar junior, Rosell (entonces presidente) y Bartomeu (vicepresidente, y firmante también en todos los documentos de la época) y 7 años y 6 meses de inhabilitación para el padre y la madre del futbolista. También se pide, junto con la Fiscalía, una multa total a los demandados de 149 millones en beneficio del Estado español.

Neymar padre, Ribeiro, agente del jugador, Neymar, Sanllehí (Barça), Cury y Malaquías tras suscribir el fichaje por el Barça en 2013. EDMIL5ON OFICIAL

Los representantes de DIS (iniciales de Delcir e Idi Sonda, hermanos que crearon el holding Sonda, que es la empresa matriz) han explicado los pormenores de la denuncia que tramitaron en su día y que han mantenido pese a la dilación en el tiempo. Ellos firmaron en marzo de 2009, la víspera de su debut como profesional con el Santos, un contrato con Neymar y sus padres (y su agente, Wagner Ribeiro) por el que le garantizaban 2 millones de euros, repartidos en pagos mensuales a cambio del 40% de sus derechos de una futura transferencia internacional.

Neymar y Rosell, en el despacho presidencial del Barça en el Camp Nou. EP

35 millones de indemnización

La paciencia y los gastos legales invertidos persiguen el cobro de 35 millones de euros que creen que deberían haber percibido, en correspondencia al 40% de sus derechos sobre Neymar, y las cantidades que han ido apareciendo con el tiempo en una de las operaciones más oscuras perpetradas por el Barça.

Operación que empezó con un presunto fichaje de 17.1 millones "y punto", como se ufanaba Rosell al presentar a la estrella brasileña en 2013. Luego se descubrieron los 40 millones para los Neymar como presunta ficha "limpios de impuestos, que serían 53 millones", según precisa DIS, y otra serie de pagos ocultos, en contratos privados entre el Barça y el Santos: los 4,5 millones por un amistoso y los 7,9 por derechos preferenciales en tres jugadores. Acuerdos que sirvieron para compensar al club brasileño cuando descubrió el pacto entre los Neymar y el Barça a sus espaldas. Con esos 12,4 millones cubría los 23 millones que debería haber percibido por el 55% que tenía de los derechos del futbolista. Solo había percibido 9,4.

Sandro Rosell, Gabriel Masfurroll y Florentino Pérez, en una antigua visita al Instituto Dexeus. Joan Monfort

La versión de Florentino Pérez

DIS sustenta su demanda original en que Neymar fue rechazando sucesivamente ofertas cuando el jugador y el Santos habían pactado una cláusula de rescisión de 65 millones para salir de Brasil.

Ese es uno de los motivos por los que Florentino Pérezel presidente del Madrid, está llamado a declarar el martes en el juicio que se celebra en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona. El dirigente debería confirmar que ofertó esa cantidad y que, además, para llevarse al delantero, debería haber pagado 50 millones al padre de Neymar (era una indemnización que tenía que devolver al Barça por el cobro de 40 millones) y 40 de la comisión que exigía por los servicios del hijo.

Ni jurisdicción ni delito

El bufete Baker McKenzie asume la defensa de Neymar, su familia y la sociedad N&N y considera que los tribunales españoles carecen de jurisdicción ya que se trata de hechos cometidos por ciudadanos brasileños en Brasil y que un delito del que se les acusa no es punible en su país ni es aplicable en un mercado de fichajes por cuanto el hecho de jugar en un equipo u otro recae en la voluntad del futbolista.

Los abogados entienden que el Santos había concedido a Neymar en 2011 una autorización para negociar con otros clubs cuando concluyera su contrato en 2013 y que los 40 millones entregados por el Barça corresponden a una prima de fichaje. Asimismo, se niega un incumplimiento contractual con DIS, ya que el acuerdo no encerraba ninguna obligación a Neymar de fichar por determinado club y que en el contrato existen dos cláusulas que la FIFA ha declarado contrarias a su normativa.