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Ciclismo

El Tourmalet: el ‘niño’ belga al que siguen 50 periodistas

La Bélgica más flamenca está convencida de que Remco Evenepoel, de solo 20 años, es la pura reencarnación de Eddy Merckx sobre una bicicleta

Remco Evenepoel bromea a la hora de refrescarse en la Vuelta. Quick Step

Es el ciclista que mueve montañas en el país de las planicies. Es el corredor que lleva un séquito que lo acompaña a todas partes y es junto a Wout van Aert el gran ídolo deportivo de la Bélgica más flamenca. Pónganse en pie porque aunque haya corrido escondido en lo poco que se lleva de Vuelta, en su país enloquecen por él y un ejército de periodistas lo acompaña a todas partes, por supuesto en esta carrera, y por supuesto se trata de Remco Evenepoel.

Solo tiene 20 años, tan joven que si fuera universitario iría un par de años de carrera por detrás de Tadej Pogacar. Todavía no se han enfrentado, pero hasta que se cayó al vacío por un puente de Lombardía (agosto de 2020) parecía que se movía bajo propulsión cuando pedaleaba, hasta el punto de que la Bélgica más ciclista; es decir, más de la mitad del país, estaba convencida, ahora que se habla de que todo el mundo tiene un doble, de que el chico era la pura reencarnación de Eddy Merckx, de quien se busca un sucesor desde hace 50 años.

Una veintena de medios informativos

Si alguien cree que se bromea que se mire las cifras de la organización de la Vuelta en cuanto a número de periodistas y medios inscritos en la carrera. Se mueven por la carrera nada menos que 51 informadores procedentes de Bélgica que representan a una veintena de medios entre televisiones, periódicos y prensa especializada. Solo están pendientes de los movimientos de Evenepoel, nulos hasta el momento, una supuesta inactividad que los llena de orgullo y satisfacción.

¿Por qué? Pues porque aún no es momento de afilar el cuchillo, todavía es tiempo de nadar y guardar la ropa, rodar entre la clandestinidad del pelotón para demostrar que aparte de ser ahora el principal especialista en ganar las clásicas de un día, este año como premio mayor la Lieja-Bastoña-Lieja y en territorio valón que puntúa doble, tiene aún que demostrar que sirve para las tres semanas y colgarse la primera medalla como reencarnación de Merckx.

Tras el duelo del Tour

En su equipo, el Quick Step, han prescindido de velocistas, una arma de destrucción ciclista que siempre presentaban en todas las carreras, y han traído un bloque de escaladores, de corredores que se sacrificarán por el chaval si este se pone en modo activo y pretende amargarle a Roglic su cuarto viaje triunfal a Madrid, al más puro estilo de Jonas Vingegaard en su duelo con Pogacar.

Si falla, muchos de los belgas que solo están pendientes de sus pedaladas se marcharán y si sus piernas lo impulsan a un duelo con Roglic al más puro estilo del vivido en julio durante el Tour, pues entonces llegarán más, muchos más y a buen seguro que la Vuelta bate récords de audiencia en Bélgica.

Dicen quienes conocen bien las costumbres flamencas que la relación entre Evenepoel y Van Aert no es excesivamente fluida, cada cual quiere demostrar quién es el mejor y es entonces cuando surgen los celos. Y, en medio, se sitúa Merckx fotografiándose con los dos y hablando parabienes de uno y del otro, en son de paz, porque es un orgullo para la Bélgica más flamenca que estos dos fenómenos hayan nacido en aquella tierra y que un montón de periodistas recorra España al ritmo de los pedales de Evenepoel.

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