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Discurso motivador del campeón

Nadal a sus alumnos: "Fracasar solo es malo si no sabéis levantaros y volver a pelear"

El poseedor de 22 Grand Slam y reciente ganador de su 14º Roland Garros presidió, acompañado de su amigo Ricky Rubio, la graduación de la sexta promoción del Rafa Nadal School

Rafa Nadal, acompañado por Ricky Rubio, preside la ceremonia de graduación de la sexta promoción de la 'Rafa Nadal Academy by Movistar'. EFE

Era uno de los pabellones de la Rafa Nadal Academy by Movistar. Era la ceremonia de graduación de la sexta promoción de la Rafa Nadal School, pero todo tenía, de verdad, un aire, no solo por el inglés permanente y el señorío enorme que se palpaba en la majestuosa instalación de Manacor (Mallorca), al All England Tennis o, incluso, vistas las preciosas togas y los curiosos birretes que lucían los protagonistas del acto, podíamos estar hablando de la Universidad de Harvard, en la Costa Este de Estados Unidos.

Lo cierto es que la graduación de esos chicos y chicas, que contaron con un padrino de excepción como fue Ricky Rubio, el base de los Cleveland Cavaliers (“cuando Rafa me invitó me hice derogar, bueno, sí, espera que me lo piense, pero la verdad es que no tardé ni medio segundo en decir que sí ¡vaya!”), a la altura de los anteriores (Pau GasolDavid FerrerOna CarbonellRoger Federer y Maria Sharapova), giró siempre, cómo no, alrededor de la última gesta de Rafa Nadal, ganador de su 14º Roland Garros y su 22º título de Grand Slam.

La familia, lo primero

Y aunque Nadal había ofrecido estupendas entrevistas y declaraciones a todos los medios de comunicación presentes en París el lunes después de volver a morder la copa parisina en la Philippe Chatrier, lo cierto es que el mejor discurso, el más sentido, el más auténtico, el más Nadal, se lo había reservado para sus alumnos. Todo empezó, por supuesto, con un profundo agradecimiento a las familias de todos los alumnos “porque sabéis que vuestros hijos son el pilar fundamental de esta academia, de este colegio y os agradecemos, profundamente, muy profundamente, la confianza que depositáis en nosotros al poner lo que más queréis, vuestros hijos, en nuestras manos, para tratar de que, en el futuro, sean grandes personas”.

A continuación, Nadal habló de algo que, habitualmente, siempre destaca en sus declaraciones, entrevistas o comentarios y es la necesidad y exigencia que ha surgido en nuestra sociedad de tenerlo todo pronto, en la mano, en cuanto se nos ocurre. “Sé que lo que está ahora de moda es la inmediatez y que la paciencia no es una virtud que sea muy valorada. El móvil ha transformado nuestras vidas, lo cogemos y todo lo tenemos de inmediato. Pero hoy quería recordaros que los grandes objetivos en la vida no se consiguen de un día para otro, no”, empezó señalando el ganador de 22 Grand Slam.

¿Cómo se consiguen?, según el campeonísimo más grande del mundo “se logran luchando, peleando, aprendiendo de las caídas. Estoy convencido de que todos vosotros vais a ser grandes profesionales y buenas personas, que es lo más importante. Pero también os digo, por experiencia, que en el camino os vais a encontrar con momentos que no esperabais, y con decepciones que os harán dudar de todo”, es evidente que les hablaba un auténtico luchador contra las adversidades de todo tipo pero, especialmente, físicas, casi insalvables. “Es en esos momentos en los que debéis apoyaros en vuestra familias, vuestros amigos y las personas de confianza que os recordarán cuáles eran vuestros sueños y vuestros objetivos para volver a soñar con ellos”.

La sala estaba muda, atenta al discurso del campeón de Manacor y quien sabe si alguno de sus alumnos/as podían imaginar en ese momento, no ya vivir una carrera profesional como la de Rafa Nadal, imposible ¿no?, pero sí enfrentarse a alguna de esas adversidades que él explicaba. “Fracasar solo es malo si no sabéis levantaros y volver a pelear. A veces, caeréis una vez, y otra vez, y otra vez. Pero es entonces cuando tenéis que ser humildes y aceptar que a menudo las cosas no salen como siempre queremos”.

"Humildad y Perseverancia, no lo olvidéis. Si sois pacientes y tenéis la persistencia y el optimismo necesario para no rendiros, tendréis mucho ganado en esta vida"

Rafa Nadal - Ganador de 22 Grand Slam de tenis

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Y es cuando llegó el momento, no ya de la sinceridad, pues Nadal lo estaba siendo y mucho con sus alumnos, sino el instante de reivindicar, “en una sociedad que se inclina por las cosas a corto plazo”, dos virtudes “que parecen pasadas de moda: la Humildad y la Perseverancia. Si sois pacientes y tenéis la persistencia y el optimismo necesario para no rendiros, tendréis mucho ganado en esta vida, mucho”.

Trabajar duro

Pero Nadal no quiso dejar el atril, el micrófono, sin recordarles a los alumnos que “las virtudes no se adquieren de inmediato” sino que son fruto del trabajo diario, del día a día, de no dejar ¡jamás! de insistir. “Siendo puntuales, entrenando lo que toca, estudiando cada día, teniendo respeto y obediencia a vuestros padres, siendo generosos con vuestros amigos, siendo tolerantes con los que os rodean…son estas pequeñas cosas las que marcan la diferencia y las que os harán mejores profesionales y grandes personas para la sociedad”.

El primero que aplaudió alocadamente, cómo no, fue su amigo Ricky, que cuando le tocó el turno de dirigirse a los alumnos de la Rafa Nadal Academia by Movistar no pudo por menor que elogiar enormemente y admirar la trayectoria de Rafa Nadal y señalar, destacar, mucho, muchísimo, que “pese a que estamos hablando de un deporte individual como el tenis, ya veis que Rafa siempre, siempre, dice que si no fuera por su equipo, él no hubiese ganado lo que ha ganado. Porque el equipo es importantísimo, sea el fisio, el médico, el preparador físico, todos, todos, hacen que nuestro trabajo, entrenamiento y rendimiento sea el ideal, el que nos permite ganar”.

Pero, eso sí, Ricky trató de decirles a los chicos y chicas que se graduaban que no solo hay que sacrificarse, pelear, superar los malos momentos, competir, “sino que el deporte, incluso el de alta competición, también se debe disfrutar. Yo soy muy partidario de entrenar duro, competir duro, pero también descansar y disfrutar. Por eso me acordaré toda la vida de una tarde, en los Juegos Olímpicos de Pekin, en el 2008, cuando yo solo tenía 17 años y estaba flipando jugando a cartas con Pau y Marc Gasol, con la ‘Bomba’ Navarro, con Rudi, con los más grandes y, de pronto, llamaron a la puerta de nuestra habitación, y eran Rafa Nadal David Ferrer que se presentaban allí por si les dejábamos jugar con nosotros. ¡Nadal y Ferrer, vaya pareja! Pues eso, jugar, competir, pero disfrutar”.

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