Pedro Clar (Llucmajor, 36 años) está viviendo un sueño. Miembro de la Rafa Nadal Academy, forma parte del cuerpo técnico de Casper Ruud, el joven noruego que este domingo intentará endosar a Nadal la primera derrota en una final de Roland Garros.
Atiende a este diario y a otros medios mallorquines en el exterior del complejo ubicado en el Bois de Boulogne, y no da crédito a lo que está viviendo. “La verdad es que es algo increíble y muy difícil de imaginar vivir una final de Roland Garros entre Rafel y Casper. Siempre es difícil, sabes que el camino es muy largo, pero un sitio donde se puede pensar que Casper puede llegar lejos es Roland Garros, donde se siente cómodo”, comienza.
El duelo del domingo es el de la ilusión contra la experiencia: “No hay palabras para hablar de Rafel, sabemos lo grande que es. Casper ha de intentar entrar lo más tranquilo posible y pensar en intentar hacer su juego para tener opciones de ganar el partido. Casper ha de salir con la mentalidad de ir a por el partido y estar acertado con el saque y que esté físicamente bien para emplear su drive y ser agresivo”, explica Clar como una de las lecturas del partido.
Ruud, mejor junior del mundo, está viviendo un sueño. “Casper siempre ha dicho que Rafel es su ídolo y poder jugar la final de Roland Garros es un premio a su carrera, a su ilusión desde pequeño. A nivel personal es algo único y difícil de repetir que dos personas de la misma academia lleguen a una final de un Grand Slam”, remata orgulloso. “Casper llegó a la academia en 2018, estando el 143 del mundo y durante estos años ha subido mucho y saldrá de aquí como número seis. Creo que está muy bien”, dice entre risas.
"A nivel tenístico Ruud ha mejorado mucho y tiene un buen drive, le hemos dicho que salga tranquilo a la pista y juegue como sabe"
La progresión de Ruud ha sido meteórica. “De junior fue número uno, pero el poder dar el paso al top 100 siempre cuesta, y una vez lo dio cogió más confianza y creer que podía llegar a ser un gran jugador. A nivel tenístico tiene un buen drive y ha mejorado en todos los aspectos. A nivel mental es muy estable y muy regular en los torneos, lo que le hace ser el jugador que es”, explica Clar, que confirma que su jugador es muy tranquilo. “Al ser noruego, su ADN es la tranquilidad, cuando gana no hace mucho ruido y cuando pierde no hace un drama”.
El rival de Nadal acude regularmente a la academia, pero a lo mejor menos de lo que le gustaría a su entrenador. “Siempre intentamos que venga lo máximo a la academia, pero pasa mucho tiempo fuera de su casa y después de giras largas intenta ir a su casa. Pero intentamos que pase un tiempo durante la pretemporada y que pueda entrenar con Rafel, con Jaume (Munar) y otros jugadores. En la gira de tierra también viene bastante”, explica Clar.
Como entrenador no se cansa de repetir que está viviendo una experiencia única: “Es algo inexplicable, estoy muy agradecido de formar parte del equipo de Casper y de estar en la academia de Rafel. Como jugador siempre tienes este sueño de poder llegar a ser un gran jugador, tuve la suerte de jugar la previa en Roland Garros en 2010, y ahora tengo la oportunidad como entrenador”.
Como mallorquín y como miembro de la Academia admite que la situación puede ser complicada: “Es una situación un poco difícil, lo hemos hablado y hay que vivirlo con la máxima naturalidad y por mi parte con el máximo respeto porque sé de dónde vengo y de dónde partimos, y poder estar en la academia de Rafel es un respeto increíble. Intentaré llevarlo de la mejor manera. Ellos lucharán para que Rafel gane su decimocuarto Roland Garros y Casper el primero, pero al final de todo creo que gana la academia. Estaré en el box de Casper. Carlos (Moyá) bromeó y me preguntó si me sentaría con ellos”, se despide entre carcajadas.
