Ya es sabido que una de las aficiones favoritas de Rafa Nadal, sobre todo cuando está en plena competición, es el juego del parchís. Este miércoles, quince horas después de que se clasificara para las semifinales de Roland Garros al derrotar en cuatro sets al serbio Novak Djokovic, el tenista mallorquín, fiel a su rutina, se ha ejercitado de forma suave, durante poco más de una hora, en las instalaciones de la Jean Bouin, un complejo comprado y reformado por la Federación Francesa de Tenis y que sirve a los tenistas entrenarse sin el agobio del público, que suele llenar la pista donde entrena Nadal, como probablemente ocurra este jueves.

El parchís es uno de los objetos que nunca falta en la maleta de Nadal o de alguno de los miembros de su equipo. Competitivo en todos los órdenes de la vida, este juego de entretenimiento no es la excepción, y se le ha visto más de una vez enfadarse por haber perdido una partida.

Después del entrenamiento con sus entrenadores Carlos Moyà y Francis Roig, ha comido en las instalaciones de la Jean Bouin, a cinco minutos a pie de Roland Garros, y se ha dispuesto a jugar durante más de una hora al parchís junto a sus técnicos, Marc López y el preparador físico Rafa Maymó. Al finalizar, el jugador, visiblemente cansado por el gran esfuerzo realizado la noche anterior, ha atendido a las dos televisiones que habían solicitado grabar imágenes, entre ellas IB3.