“El objetivo es intentar subir a la LEB Oro lo antes posible y eso es la temporada que viene”. Guillem Boscana no ha disimulado ante el desafío que se marca el Imprenta Bahía San Agustín para la próxima campaña tras el traumático descenso después de ocho cursos en la segunda categoría del baloncesto nacional. El presidente ha deslizado en su comparecencia ante los periodistas en el Palau d’Esports de Son Moix que espera cerrar en breve todos los detalles para garantizar que el proyecto sigue adelante. «Tenemos medio garantizado salir en la LEB Plata, pero no puedo confirmar qué se podrá hacer y qué no. El trabajo empieza ahora y acaba el 1 de septiembre, que es cuando inicia la pretemporada», ha comentado antes de explicar que el nivel de la plantilla que pueda confeccionar irá en función del presupuesto.

Lo que es seguro es que será sustancialmente más bajo, “un cuarenta por ciento”, según precisa, que el de esta temporada que ha finalizado con sabor agridulce. “Es que las ayudas institucionales, que son las que sabemos que ya tenemos, ya nos bajan un sesenta por ciento solo por bajar de categoría. De los casi 600.000 euros que teníamos nos iremos a unos 350.000 o 370.000 euros”, ha comentado antes de recordar un detalle importante. “Para los equipos insulares la LEB Plata tiene unos gastos de desplazamiento similares a la LEB Oro por el tema de comida, hoteles y demás. Es lo mismo ir a Villarrobledo que a La Coruña”, ha subrayado.

Boscana, eso sí, ya ha adelantado que desde hace días está “en conversaciones” con tres posibles patrocinadores. “Veremos qué pasos podemos dar para que el proyecto sea lo más ambicioso posible”, ha deslizado. El dirigente ha desvelado que su apuesta para el banquillo es la de Pau Tomàs, que estas dos últimas temporadas ha compartido el cargo con Álex Pérez, del que el club ha prescindido: “Es que seguir con el mismo esquema no tenía demasiada razón de ser. Optamos por él porque es el más capacitado que hay en Mallorca y el hecho de que hace más de veinte años que está con nosotros es fundamental. Lo ha hecho muy bien”.

Todavía está por definir el resto del cuerpo técnico, pero lo que es seguro que Pepe Laso “será la cabeza pensante” y decidirá los fichajes, junto a Tomàs y al propio Boscana. “Se acabó lo de hacerlo con una agencia de representación”, ha asegurado convencido después de los problemas surgidos durante la campaña. El dirigente, que cumplirá su temporada número cuarenta y uno al frente de la entidad, también ha dejado claro que la plantilla será “totalmente nueva”.Me gustaría que Joan Feliu encabezara el proyecto y la idea es contar con los jugadores mallorquines que quieran venir, quizá en la LEB Plata sea más sencillo tenerlos”, ha indicado esperanzado. Boscana, que ni se plantea cambiar Son Moix por el Toni Servera a pesar del descenso en el número de aficionados en las gradas, ha señalado que es consciente de que los seguidores solo irán a los partidos si se diseña "un proyecto ilusionante”. “Es que esta temporada teníamos 1.100 socios y a algunos partidos nos vinieron 300, esto significa que 800 se quedaban en casa y la pregunta acerca del motivo era sencilla. ¿Qué le dábamos nosotros en la pista para que vinieran con tantas derrotas? Es verdad que en la parte final la asistencia mejoró mucho”, ha reflexionado.

Boscana ha admitido que la considerable mejora del equipo en la segunda vuelta, “con números de play-off”, ha amortiguado el dolor por haber perdido la categoría. “La temporada no ha terminado como queríamos, pero este mal sabor de boca que no podemos negar tal vez se ha difuminado o no ha sido tan duro por la imagen del equipo en la segunda vuelta”, ha reiterado antes de lanzar una reflexión. “Hemos tenido el mismo presupuesto, el mismo cuerpo técnico, solo con la marcha de Kike Fernández, la única diferencia respecto al año pasado es que no hemos acertado con los jugadores y te pones 1-15 y te vas al pozo, pero ya sabemos que esto no es una ciencia exacta. No estoy arrepentido porque repetir lo que había ido bien era de sentido común”, ha concluido.