En una final falta de talento y con tramos de bostezos, el Eintracht de Frankfurt, verdugo del Barcelona en cuartos de final, alzó la Europa League, gesta que no lograba una entidad germana desde el curso 96-97, con el Schalke 04. Kevin Trapp y Santos Borré fueron determinantes en momentos claves del partido. El portero llevó el encuentro a los penaltis con una gran intervención sobre Kent, mientras que el delantero cafetero, que había forzado la prórroga, anotó el lanzamiento decisivo. Aaron Ramsey fue el único que falló por el Rangers.

Aficiones mezcladas, calor y mucha cerveza en los estómagos de alemanes y escoceses. Peligroso cóctel. En el césped, fútbol de baja estofa. Indigno de una final continental que contemplaba el 'capo' Ceferin desde el palco del Sánchez Pizjuán. El balón tardó casi dos minutos en acariciar el césped de Nervión, volando de cabeza a cabeza sin un espíritu que lo tratara con la delicadeza que merece. El ritmo atolondrado se frenó de repente por la sangre. Lundstram hizo la raya en medio a Rode y el fluido vital salió a borbotones del cuero cabelludo del capitán del Eintracht. Una vez suturado y con el aparatoso vendaje colocado, el juego se reanudó sin pulirse. Nula elaboración, ofensivas deslavazadas y lanzamientos desde la larga distancia que no aceleraron el corazón de los porteros. 

Fue el Eintracht el que más 'cerca' estuvo del 1-0 en un contragolpe de Kostic una vez acabada la pausa de hidratación. Minutos antes, Aribo había ensayado un zurdazo que buscó la escuadra pero se perdió por el camino. 

Por si fuera poco, los ‘educados’ alemanes llenaron de bengalas y humo la reanudación. Durante esta edición de la Europa League han burlado la seguridad de todos los estadios por los que han pasado. Amenazó en la grada el Frankfurt y en el rectángulo, con un remate de Lindstrøm que desvió Kamara y estuvo cerca de provocar un disgusto en los protestantes.

El Rangers ni se inmutó. En su cueva y esperando el error cantaron bingo. Sow y Tuta se hicieron un lío morrocotudo y Aribo le ganó el mano a mano a Trapp. La tarde, sin embargo, estaba para los errores. La ventaja escocesa fue efímera. Santos Borré le ganó la carrera a Bassey y Goldson para empujar un regalo de Kostic en forma de centro. El cafetero impregnó Sevilla de aroma a prórroga.

Salvo un paradón de Trapp a Kent con el tiempo casi cumplido, la media hora suplementaria estuvo marcada por el miedo a no perder. El portero iba a ser el héroe en los penaltis deteniendo con el pie el lanzamiento de Aaron Ramsey. Santos Borré redondeó una tanda inmaculada para los de Oliver Glasner.

Ficha técnica:

1 - Eintracht Fráncfort: Trapp; Tuta (Hasebe, m.58), Touré, N'Dicka (Lenz, m.100); Knauff, Sow (Hrustic, m.105), Rode (Jakic, m.89), Kostic; Lindström (Hauge, m.71), Kamada; Borré.

1 - Rangers: McGregor; Tavernier, Goldson, Bassey, Barisic (Roofe, m.117); Jack (Davis, m.74), Lundstram; Wright (Sakala, m.74) (Ramsey, m.117), Kamara (Arfield, m.91), Kent; Aribo (Sands, m.101).

Goles: 0-1, M.57: Aribo. 1-1, M.69: Borré. Tanda de penaltis: 0-1, Tavernier. 1-1, Lenz. 1-2, Davis. 2-2, Hrustic. 2-3, Arfield. 3-3, Kamada. 3-3, Ramsey (para Trapp). 4-3, Kostic. 4-4, Roofe. 5-4, Rafael Borré.

Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó por parte del Rangers a Aribo (m.62) y Wright (m.73).

Estadio: Final de la Liga Europa disputada en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 40.000 espectadores, que llenaron los graderíos.