"El Barça no es culpable de lo que pasó". Joan Laporta, el presidente azulgrana, ha sido contundente sobre la invasión alemana, que se vivió en el Camp Nou, aunque luego ha reconocido que el club "sí es responsable porque somos los encargados de organizar el partido" contra el Eintracht. Y la primera medida adoptada por el dirigente, según ha revelado en una entrevista a TV-3, es que "en las competiciones internacionales las entradas serán nominativas". 

Además, ha denunciado el presidente del Barça "dos actuaciones irregulares, tanto en la venta de entradas vendidas en la tercer gradería, que fueron a parar a manos de aficionados alemanes, como parte de los abonos que también fueron a los seguidores rivales". El club ha recaudado 3,5 millones de euros por ese encuentro.

En ese sentido, Laporta ha precisado que colocar el nombre a las localidades en los partidos internacionales era "una medida que no quería tomar porque incomoda a los socios que tienen una actitud normal y corriente, que son la gran mayoría, pero no nos queda más remedio". 

Aficionados del Eintracht en el Camp Nou. Jordi Cotrina

Ha reiterado el presidente que sintió "vergüenza" por la invasión de aficionados alemanes que tomaron el Camp Nou como si fuera el Frankfurt Stadium, por lo que ha anunciado que "no queremos que vuelva a pasar más y los que me conocen saben que asumo las responsabilidades y tomo medidas".

Luego, el propio presidente ha desgranado el desglose de entradas vendidas durante el choque contra el Eintracht. Hubo 37.746 carnets de abonados, 34.440 entradas vendidas al público más 5.000 vendidas a los aficionados del Eintracht, según contempla la propia normativa de la UEFA, quien recibió, además, 2.425 invitaciones. En el Camp Nou se reunieron este Jueves Santo un total de 79.468 espectadores.

Los jugadores del Eintracht celebran un gol en el Camp Nou. Jordi Cotrina

"No vendimos entradas a los alemanes", indicó Laporta, quien después explicó lo que había sucedido. "Pusimos a la venta 34.440 entradas. Los barcelonistas deben saber que estas entradas las tenemos porque hay abonados que están en excedencia", se justificó el dirigente.

"Estas entradas las pusimos a la venta con restricciones. No se podían comprar con tarjetas de crédito alemanas ni con IPS alemanas. Fijamos todas las restricciones que se pudieron, como se han hecho en las seis últimas temporadas", argumentó el presidente.

La grada del Camp Nou, teñida de blanco por las camisetas del Eintracht. Jordi Cotrina

Pero esas restricciones fallaron de forma estrepitosa, como nunca había ocurrido en el Camp Nou. "Estas entradas estaban situadas en la tercera gradería, que era toda de color blanco", precisó Laporta. "Estas 34.440 entradas fueron a parar desgraciadamente y de forma irregular a manos de los alemanes. De los 37.746 carnets de abonados que se registraron en el estadio, muchos también fueron a parar a manos de aficionados alemanes".