La nadadora Maria Castanyer (Sóller, 1949) y el pionero del windsurf Felipe Bellini (Pollença, 1934) han recibido este lunes el premio Cornellius Atticus 2021, la máxima distinción balear a la trayectoria deportiva, de manos de la presidenta del Govern, Francina Armengol, en el Museo Es Baluard.

Armengol ha destacado que este año se premian "dos trayectorias vitales de entrega absoluta al deporte pero también a hacer de ésta una sociedad mejor". Ha dicho que ambos galardones "están muy bien elegidos porque ambas trayectorias se explican por sí mismas" y "ponen por delante los valores".

Según la presidenta, ambos deportistas tienen en común que "han abierto camino" para hacer de Baleares "un pueblo mejor".

De Maria Castanyer ha destacado su lucha por el deporte de personas con capacidades diferentes y por la natación adaptada y que, como mujer, "lo tenía aún más difícil y ha recorrido un camino muy amplio".

En cuanto a Felipe Bellini, ha destacado que también ha abierto camino en la vela y, junto a su familia, ha sido "precursor de muchas cosas". Armengol se ha preguntado qué sería ahora de la bahía de Pollença sin el windsurf, pero ha recalcado que "cuando él abrió camino quién podía imaginarlo".

Castanyer ha dedicado el premio a su marido, Miquel, "por muchas horas perdidas" sin estar junto a él y también a sus hijos por ser "parte de este trofeo".

Destaca por una intensa trayectoria dedicada a la natación adaptada y a la integración social de las personas con diversidad funcional. Desde 1987, Castanyer impulsó programas y proyectos deportivos específicos en el ámbito de la terapia de personas con discapacidad y posteriormente se dedicó a la natación competitiva, y también luchó por la eliminación de barreras arquitectónicas en las instalaciones deportivas de las islas.

Como vicepresidenta de la Federación de Deportes Adaptados de Baleares (Fesaib), Castanyer se ha dedicado al deporte minoritario y ha contribuido a que se tenga en cuenta para proyectos de integración de asociaciones y entidades relacionadas con personas con diversidad funcional.

Por su parte, Bellini ha recibido el premio "con una gran ilusión, después de mucho tiempo de hacer cosas". "Todo lo que he hecho en mi vida, lo he disfrutado mucho", ha asegurado al recibir el galardón.

Felipe Bellini ha dedicado su vida a la vela. Fue uno de los pioneros del windsurf en Baleares como uno de los primeros practicantes y organizadores de acontecimientos en este ámbito. Fundador del primer Club Náutico del Port de Pollença, en 1959, participó en más de 120 regatas, y fue vicepresidente de la Federación Balear de Vela, así como juez internacional de regatas entre 1990 y 2006.

Participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, en representación de España y fue miembro del comité del máximo organismo de vela, ISAF, entre 2000 y 2004, entre otros hitos a lo largo de su trayectoria. Ha participado en campeonatos mundiales y continentales de surf a vela y ha organizado y ha participado como juez de regatas en 23 países.

El Cornelius Atticus, que se entrega desde 1996, reconoce y premia los méritos en el ámbito de las Baleares a quienes han dedicado su vida al deporte, ya sea como deportistas, dirigentes, técnicos o por haber tenido otra función directamente implicada en la promoción del deporte, por más de 25 años.

La distinción lleva el nombre del primer deportista que se conoce en Baleares, un atleta del pancracio (una disciplina de lucha cuerpo a cuerpo) del siglo III, de quien se encontró la lápida, con un poema laudatorio inscrito, durante las excavaciones en la ciudad romana de Pol·lèntia en 1933.