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DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El futuro es de ellas

Diecisiete promesas del deporte balear analizan los micromachismos que todavía perduran en sus respectivas disciplinas

Diecisiete jóvenes promesas del deporte balear, en el polideportivo Príncipes de España.

«¿Un ídolo deportivo? A mí megusta Alexia Putellas». «Pues yo soy de Cata Coll». «¿En lucha? Ronda Rousey, sin duda». «Yo admiro a Lucia Pinacchio». «Yo me quedo con Evie Richards, campeona del mundo de ciclismo de montaña». Y así un largo etcétera… 

Algo está cambiando. Los Leo Messi, Rafel Nadal o Pau Gasol han dado paso a las Patri Guijarro, Paula Badosa o Alba Torrens. Los ídolos deportivos han dejado de ser hombres para convertirse en mujeres, o al menos así es para ellas. El futuro femenino del deporte mallorquín tiene por fin un espejo donde mirarse y por primera vez en la historia lo hacen reflejadas en alguien de su mismo género.

Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, DIARIO de MALLORCA ha reunido a 17 promesas del deporte balear de 14 disciplinas diferentes para hablar de presente, futuro y, por desgracia, de un pasado que aún sigue pesando tras muchos años de trabas y discriminación. Ellas otean el mañana con incertidumbre, pero cada vez más seguras de sus posibilidades. Son conscientes de que difícilmente podrán vivir de lo que les gusta, pero insisten y hacen camino, un recorrido que, seguro, podrán aprovechar también sus futuras generaciones.  

Zoe Fernández (windsurf), Maria Perelló (vela), Irene Salguero (saltos), Marta Rubio (saltos), Ivana Peralta (atletismo), Claudia Ensenyat (fútbol), Catalina Ferriol (fútbol), Paula Deyà (motociclismo), Neus Capellà (ciclismo), Andrea Torres (voleibol), Lucía Pedrera (baloncesto), Carmen Guerrero (rugby), Analía Domínguez (kick boxing), Anna Bertino (hockey), Isabel Guadalupe (hockey), Leire Escauriaza (gimnasia) y Marina Gatell (tenis). MANU MIELNIEZUK

Carmen Guerrero tiene 17 años. La palmesana empezó jugando a rugby en el Mallorca Bocs Club, pero ahora hace ya unos años que milita en el Toro. Seleccionada con la autonómica balear, Guerrero ha encontrado en un deporte históricamente de hombres, la seguridad y la motivación que echaba en falta: «Siempre se ha dicho que el rugby es un deporte muy masculino y aún hoy en día lo sigue siendo. Con los años puede pasar que te sientas inferior a ellos, porque lógicamente es una disciplina muy física. Yo juego con hombres y hay actitudes que no gustan. Además, con la edad, van en incremento. Eso es muy triste y no ayuda, hace que en ocasiones sea complicado, pero también es una manera de superarte. Al final todo depende de cómo te lo tomes». 

Si hablamos de deportes masculinizados, el fútbol y el motociclismo se llevan la palma. Según una estadística elaborada por el Consejo Superior de Deportes, en 2020 había 27.779 hombres federados en fútbol en les Illes Balears, por 1.290 mujeres. En el caso del motociclismo, 823, por solo siete representantes femeninas.

Deportes masculinizados

Claudia Ensenyat (15 años), del Atlético Baleares, y Catalina Ferriol (13 años), del Petra, llevan toda su vida pegándole patadas a un balón. El fútbol es una de las disciplinas que más ha evolucionando en los últimos años, pero todavía sigue habiendo diferencias. «Ahora ya podemos ver por la tele algún partido del femenino y eso es una pasada», reconoce risueña Ensenyat. «Algo imposible hace unos años porque yo de pequeña no podía verlos», contrasta Ferriol. Sin embargo, es en el fútbol donde siguen notándose las mayores diferencias contractuales. «Si eres muy buena, ahora parece que puedes vivir de ello si te ficha un equipo de los grandes, pero es muy difícil llegar», coinciden. «Algún comentario siempre se oye… Lo de la cocina es muy típico, pero poco a poco estas cosas están cambiando», señalan. 

La joven mallorquina Pau Deyà tiene 15 años y lleva desde los seis practicando motocross. Hace dos años fue seleccionada entre más de 150 pilotos de todo el mundo para participar en la Allianz Junior Motorcamp by Marc Márquez. Segunda del campeonato catalán y subcampeona de Balears, Deyà asegura que «nunca» ha sentido «discriminación alguna» por practicar un deporte potencialmente de hombres: «Todo lo contrario, siempre me han acogido como una más y me he sentido muy cómoda. Yo tengo la dificultad de que por mi altura tengo que competir con niños más mayores, pero eso nunca ha sido un problema para mí. Al contrario, me lo tomo como una motivación para seguir mejorando». 

En el extremo contrario se encuentra la gimnasia. En Balears hay tan solo 192 hombres federados, por las 2.247 mujeres que lo practican. La mallorquina de 13 años Leire Escauriaza (Club Gimnàstic Palma) es la más joven de las seleccionadas del combinado nacional júnior para participar en el DTB Pokal, en Stuttgart, del 17 al 20 de marzo. Campeona de España en 2019 y 2021, Escauriaza decidió seguir la tradición familiar y, como ya hiciera su madre, lleva toda una vida dedicada a uno de los deportes más sacrificados que existen. «Lo practico desde muy pequeñita y es un estilo de vida. Es verdad que es mucho sacrificio, pero es lo que yo he elegido», afirma. «Cada vez hay más niños que practican gimnasia, pero siguen siendo muy pocos. Supongo que aún hay gente que lo ve como algo raro y eso da pena», señala. 

La gimnasia no es el único deporte en Balears que cuenta con más seguidoras que adeptos. El voleibol (732 ante 2.014), la natación (740 ante 848) o, sorprendentemente, el hockey (37 ante 55), también suman más jugadoras federadas que deportistas varones. Andrea Torres (Garden Hotels Mallorca Volley Club), capitana de la selección española cadete, fue una de las siete jugadoras que se vio afectada por la discriminatoria norma aprobada por la Balear que limitaba a los clubes el número de licencias federativas pertenecientes al Centre de Tecnificació. «Por suerte Esports paralizó esa norma. Afectaba en nuestro crecimiento deportivo y era algo difícil de entender. Los hombres no se veían afectados porque el Centre de Tecnificació no cuenta con equipo masculino», relata la jugadora de 16 años. Pese a sus cualidades y su gran proyección, Torres considera muy difícil que pueda vivir del voleibol: «Al final, en la elite, a los hombres se les sigue pagando más que a las mujeres, y en esta disciplina en concreto, llegar al top para nosotras es más complicado que para ellos, porque son bastante más las mujeres que lo practican». 

Marta Rubio e Irene Salguero, ambas de 16 años y pertenecientes al Club Saltos Mallorca, se proclamaron el año pasado campeonas de España de 3 metros sincronizado (categoría A+B). En su haber también cuentan con numerosos títulos individuales que las convierten en una de las bazas del deporte nacional. «Yo creo que todo el mundo necesita hacer algo de actividad física para sentirse realmente bien. Saltando uno desconecta de los problemas del día a día, es una forma de liberación muy necesaria», reconoce Rubio. «Tanto en la natación como en los saltos hay bastante equidad. Es un deporte del que es muy difícil vivir, independientemente del género, pero siempre hemos sentido un trato igualitario», aclara Salguero.  

Pese a que a nivel nacional hay muchos más hombres que mujeres que practican hockey, en las islas se da la circunstancia de que son ellas las que dominan la disciplina del stick. Anna Bertino e Isabel Guadalupe, ambas de 12 años, son las capitanas del equipo mixto del Hockey Mallorca Club en categoría infantil. «Nos encantaría llegar un día a ser ‘leonas’ (jugadoras de la selección argentina), pero sabemos que para conseguirlo tenemos que ser muy constantes», reconocen. «El hockey es un deporte muy paritario. Nosotras siempre nos hemos sentido igual de capacitadas que nuestros compañeros. Estamos muy unidos. Competimos junto a ellos y frente a ellos como si fuéramos uno más», relatan. 

Micromachismos en el deporte

Por desgracia, no todo es un camino de rosas. Pese a su juventud y los cambios que ha experimentado la sociedad en los últimos años, todavía, en el mundo del deporte, se siguen viviendo circunstancias discriminatorias. La ciclista de Inca Neus Capellà (IB Academy) es subcampeona de España en BTT y triple campeona nacional en pista. «Pero me importa más lo primero que lo segundo», aclara: «La BTT es la modalidad a la que me quiero dedicar». Capellà reconoce que «en ocasiones» los organizadores de ciertos trofeos «premian mejor a la categoría masculina que a la femenina, por el simple hecho de la diferencia de género» y recuerda una anécdota que le marcó en la infancia: «Cuando era pequeña y competía con chicos, alguna vez quedé tercera de la general, pero al ser mujer me sacaban del podio y subían al niño que había quedado cuarto. Eso me fastidiaba. No tenia ningún sentido».

Marina Gatell (Club Tenis Montuïri) es, a sus 14 años, actual número uno de España sub-16. La tenista inquera, que la semana pasada se proclamó campeona del Rafa Nadal Tour en Gran Canaria, admite que hay algunos capítulos que le han tocado vivir que no le han sentado del todo bien. «Es verdad que los premios en nuestras categorías siempre suelen ser iguales, pero hay veces que los organizadores prefieren darle la pista central a los chicos y dejarnos a nosotras en las pistas menos concurridas. Son detalles que te sientan mal, porque al final haces el mismo esfuerzo que ellos», relata. «A nivel profesional, evidentemente se nota mucho más. Siempre televisan los partidos de los hombres y los premios para ellos son mucho más elevados que para las mujeres», critica Gatell.

Un relato, el de Marina, muy parecido al que le ha tocado vivir a Lucía Pedrera. La jugadora de baloncesto de 16 años se ha proclamado en dos ocasiones campeona de España por comunidades y, desde los 12, es una de las fijas en la convocatoria de la selección nacional. Pedrera reconoce que, en ocasiones, a los chicos de su misma categoría «les retransmiten los partidos en directo» para que familiares y amigos puedan verles, una circunstancia que «nunca han hecho» cuando el partido lo juegan ellas. «Al final no veo que tengamos las mismas posibilidades que los hombres para poder vivir de esto. Para que nosotras podamos cobrar medianamente bien jugando a baloncesto tenemos que salir fuera de España, mientras que a los hombres eso no les haría falta», asegura. 

Las promesas del deporte balear en el Centre de Tecnificació de les Illes Balears MANU MIELNIEZUK

«Si yo fuera chica también habría ganado algún Mundial». Esa es una de las frases recurrentes a la que ha tenido que hacer frente Maria Perelló por parte de algunos de sus compañeros. La regatista de 17 años del Club Nàutic de s’Arenal ha conquistado cuatro Mundiales y un Europeo a lo largo de su carrera. Perelló, quien puntualiza que son pocos los comentarios que se oyen de ese estilo, sugiere «que sobran un poco». «Supongo que son envidias y no les doy importancia aunque a veces duelan», señala. «En el mundo de la vela todo es bastante paritario, pero sí es verdad que los hombres, a nivel profesional, parten con cierta ventaja. Por suerte cada vez son más las mujeres que pueden dedicarse a ello», celebra. 

Esos mismos comentarios los ha tenido que escuchar, en más de una ocasión, su compañera Zoe Fernández. La windsurfista de Formentera, de 17 años, finalizó hace cuatro meses tercera del Mundial juvenil. «La gente hay veces que dice cosas que no sientan bien. Después de quedar primera en alguna competición, te vienen y tienes que aguantar a chavales que sueltan cosas como: ‘Has quedado en esa posición porque eres chica, pero de no serlo no harías ni podio’. Te molesta porque sabes el trabajo que hay detrás, pero llega un momento en el que consigues no darle importancia», señala. Fernández también asegura que ha asistido a competiciones en las que, «por ejemplo, se premia a los tres primeros chicos, pero en féminas solo reconocen a la primera mujer». 

Analía Domínguez practica kick boxing. A sus 14 años, la de Manacor se colgó el pasado 2021 cuatro medallas de bronce en la WAKO World Cup y, hace solo unos días, el oro en la Liga Road to the Glory. Pese a la idea preconcebida de que los deportes de contacto son para los hombres, cada vez son más las mujeres que practican alguna de sus modalidades. «Creo que es un pensamiento bastante interiorizado, pero la gente se sorprendería de la cantidad de mujeres que practican, por ejemplo, kick boxing. Son deportes que te aportan paz y tranquilidad y que ayudan a zafarse de los problemas del día a día. Mentalmente son una vitamina», señala. 

La actualidad deportiva ha concentrado las miras este fin de semana en Ivana Peralta. La atleta de 16 años del club Siurell Sa Sini se adjudicó la mejor marca nacional del año en 200 metros lisos. A este registro cabe sumar varias medallas de plata en 300 metros lisos y récord de Balears en 60. Peralta reconoce que «por desgracia», durante mucho tiempo «el deporte siempre ha estado enfocado en el hombre», lo que ha provocado muchos años de «desigualdades» que aún hoy en día se ven reflejadas en algunos aspectos. «Por suerte en el atletismo nunca he sentido discriminación alguna. Puede ser que en algún meeting valoren más las actuaciones masculinas que las femeninas, pero en general hay un trato igualitario», recalca. La atleta mallorquina nota que «poco a poco todo se está equiparando». «Creo que llegará un día en el que lograremos la igualdad, estoy segura».

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