De entre todos los deportes, hay uno que destaca por sus raíces en Baleares. Y aunque sirvió históricamente para cazar y alimentarse, personajes históricos como Aníbal supieron llevar esta disciplina a la guerra. En la época romana, el general cartaginés acudió a Baleares para reclutar foners y llevar su destreza con las piedras a la guerra. Con ellos ganó varias batallas. Y es que el tir de fona se constituye como una práctica que hace más de 2.000 años que se lleva a cabo en todo el mundo. Y por la costa mediterránea exclamaban: "Los honderos baleáricos, que donde ponen el ojo ponen la piedra". Los que volvían de esas guerras, lo hacían con privilegios. Como militares con honores. Y no solo estuvieron de parte de Aníbal. Cuando Roma eliminó Cartago, los romanos también reclutaron a los foners.

La fona es autóctona de Baleares, pero está presente por todo el mundo. Siempre ha destacado la disciplina en el Mediterráneo, aunque en Sudamérica es muy común. Actualmente, los pastores andaluces usan la honda para guiar a su ganado.

Es una actividad que ha ido desapareciendo. Por ello, en Baleares se creó hace 35 años la Federació Balear de Tir de Fona, una humilde asociación que ha conseguido mucho. Tras cuatro años de existencia lograron federar el tir de fona en Baleares. Albert Comas es su presidente. La Llei Balear d'Esports reconoce ya el tir de fona, junto al trote, como uno de los dos deportes autóctonos.

Biel Frontera realizó la primera tirada hace más de tres décadas y, junto con Mateu Canyelles y Pep Sanchís es uno de los nombres más reconocidos e históricos del tir de fona en Baleares. Estas tiradas cuentan con distintas modalidades. La más tradicional: con piedras; y la adaptada para niños, escuelas y principiantes: con pelotas de tenis. Aunque la tradición e historia dicta que las tiradas se realizan al aire libre, los últimos tiempos han permitido celebrar esta actividad a modo de indoor dentro de pabellones. El objetivo del tir de fona es claro: hacer diana. Para ello se dispone de un tablón de 1'20 x 1'20 de madera con un centro metálico de 50cm de diámetro. Acertar a la madera suma un punto. Acertar al núcleo metálico, dos. Y eso si se hace desde una distancia de 15 pasos (un sistema métrico propio de la época original de la actividad). Si se realiza desde una distancia de 30 pasos, se multiplica por dos la puntuación.

La Federació Balear de Tir de Fona ha organizado distintos encuentros internacionales con el fin de conglomerar los amantes del tir de fona de alrededor del mundo. La última se realizó entre Binissalem, Artà, Son Servera y Ses Salines.

Los foners no son cosa del pasado. El tir de fona es el deporte más autóctono de Baleares y uno de los hitos históricos por los que sus habitantes han dejado una huella en forma de piedra en los libros de historia.