La FELIB (Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears) está en total sintonía con la Federación Balear de Fútbol y con el Govern en su lucha contra la violencia en el deporte, que provocó una huelga general de árbitros y el parón de las competiciones a causa de diversas agresiones sucedidas en las últimas semanas. En una reunión celebrada esta mañana en la seda de la entidad, que representa a los ayuntamientos del archipiélago, se han plantado dudas acerca de la prohibición de vender alcohol en los polideportivos municipales y se ha propuesto la implantación de cámaras en todos los campos de fútbol.

Toni Salas, alcalde de Costitx y presidente de la FELIB, ha condenado cualquier acto de violencia en instalaciones deportivas públicas o privadas tras la reunión mantenida con Miquel Bestard, presidente de la FFIB, y Carles Gonyalons, director general d'Esports. "Hemos estado todos de acuerdo en que tienen que haber campañas de sensibilización en la sociedad. Además, tiene que haber más presencia policial en las instalaciones deportivas cuando hay acontecimientos especialmente sensibles", ha explicado.

Por otro lado, ha incidido en las dudas que han surgido en varios ayuntamientos con la prohibición de vender alcohol en los bares y restaurantes que se encuentran dentro de las instalaciones deportivas. "Nos preocupa mucho saber qué pasa con aquellos bares y restaurantes que dan un servicio más allá de los usuarios de los instalaciones deportivas. Nos han dicho que aquellos recintos que no estén integrados en la grada y en los cuales no pueda haber una interacción directa con el campo sí que se podrán consumir bebidas alcohólicas", ha apuntado.

"Por nuestra parte, buscamos que puede haber una regulación para prohibir la entrada de personas violentas para que no puedan reincidir", ha añadido.

Otro aspecto que ha destacado y una de sus propuestas ha sido la instalación de cámaras fijas en los campos que apunten también a las gradas. "Ya está haciendo por parte de diversas empresas que retransmiten los partidos. El hecho de que se puedan ir instalando en todos los recintos deportivos, circunstancia que nos han dicho que es factible y de poco coste económico, serviría para dos cosas: habría más sensación de seguridad para aquellos que lo quieren hacer bien y más vigilancia para los que quieren ir con malas intenciones", ha concluido.