En una decisión sin precedentes, la Federació Balear de Futbol de les Illes Balears (FFIB) ha dicho basta y ha paralizado todos los partidos de fútbol y fútbol sala de todas las categorías que debían disputarse este fin de semana. Las primeras reacciones provocadas por dicha iniciativa no se han hecho esperar. Entrenadores, clubes, estamentos y Federaciones han mostrado su total apoyo a dicha resolución y han criticado duramente la espiral de violencia que se vive en los campos de fútbol de las Illes Balears.

Una de las muestras de apoyo más significativas ha sido sin duda la de la Real Federación Española de Fútbol. El entre presidido por Luis Rubiales ha mostrado en un tuit su "máximo respaldo a la decisión tomada por la FFIB en relación con las agresiones sufridas por el colectivo arbitral". De igual forma, la iniciativa también ha contado con el total respaldo del Comité Balear y Nacional de Árbitros.

En este mismo sentido también se han pronunciado históricos entrenadores del fútbol balear. Nico López, quien en la actualidad dirige el vestuario del Llosetense ha señalado que "si hay huelga de árbitros, pues todos huelga, entrenadores, jugadores y clubes". "Ningún partido de ninguna categoría en las islas. Apoyar al colectivo arbitral a entrenadores o a jugadores es apoyar el fútbol y más importante es intentar mejorar la sociedad. Aunque tengamos que jugar otro miércoles", ha indicado.

Carlos Martínez, entrenador del Platges de Calvià, señaló por su parte que el problema va mucho más allá de las "agresiones inaceptables". "Normalízalos el insulto en la grada y lo veo cada semana en categorías incluso de fútbol base contra entrenadores, colegiados y rivales. La máxima de este juego es el fair play. Antes de enseñar a ganar, enseñemos a perder", reconocía en un extenso hilo de Twitter.

Aunque también reconocía que la huelga y el parón de un fin de semana quizás no fuera la solución al problema: "Cuando empecemos a expulsar de forma indefinida a cualquiera que insulte en un campo, empezaremos a tomar medidas drásticas para formar en valores. Mientras tanto, las medidas de ahora no son solución para mañana".

En ese mismo sentido se ha pronunciado Alfonso Ruiz, entrenador con título Nacional, afincado en la isla. "La huelga de los árbitros, totalmente entendible y respetable, no va a servir para nada si los clubes no expulsan a aquellos padres/espectadores que insulten en el transcurso de los partidos", ha indicado.

Incluso la presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol, mostró su preocupación ante todo lo acontecido: "El deporte y el fútbol son para disfrutar y estas agresiones son intolerables, sean dentro o fuera del campo, sean en la categoría que sean. Todos, jugadores, aficionados, clubs, federaciones y AP debemos acabar con esto. Todo el apoyo a los árbitros".

La noticia ha tenido, además, una gran repercusión a nivel nacional y decenas de medios de comunicación se han hecho eco de la decisión tomada por la Federación Balear como símbolo de apoyo al estamento arbitral de las Balears.