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Primera División

Dos hermanos en el Athletic: De Ghana a Bilbao, la cruda historia de los Williams

Iñaki y Nico son los dos primeros hermanos que juegan en el conjunto rojiblanco, mañana rival del Mallorca, desde que lo hicieron Patxi y Julio Salinas en los años 80 del siglo pasado- Los padres pasaron por un verdadero calvario para llegar desde África a España saltando la valla de Melilla

Nico (a la izquierda) e Iñaki Williams, tras un gol en el estadio de San Mamés. Luis Tejido

Buscando un mañana, Comfort y Félix, padres de Iñaki y Nico Williams, dejaron atrás Ghana y su capital, Acra, mirando hacia el norte. El amor floreció en un campo de concentración, aunque los años pasados, y la crudeza de lo vivido, imposibilitan ubicar en qué punto del viaje, si fue antes o después de cruzar el desierto del Sáhara a pie, con los pies abrasados. Aún tienen heridas de ese vía crucis: marcas que son recuerdos. «Sufrieron mucho. Dejaron gente atrás, tuvieron que enterrar gente, tuvieron que beber hasta su propia orina», recordó Iñaki en Salvados, en 2021.

«Mi madre me dijo: ‘Si lo hubiera sabido, me habría quedado’. Estaba embarazada de mi, pero no lo sabía», dijo en The Guardian. Comfort le llevaba en el vientre cuando saltaron la valla de Melilla. Al lograrlo, retenidos por la policía, un abogado les explicó que la única opción para evitar ser deportados y para poder pedir asilo era decir que venían de un país en guerra. Rompieron sus documentos de Ghana y dijeron que venían de Liberia. Y así llegaron a Bilbao, acogidos por Cáritas Diocesana.

Iñaki Mardones (Bilbao, 1979) narra su historia como si fuera de la familia. Lo es. Él los recogió en la estación de Abando, un día de finales de abril de 1994. Comfort, María desde que llegaron a Europa, ya estaba embarazada de siete meses. «Los recuerdo con la maleta y la incertidumbre en la cara. Su informe decía que tenían un cinco en castellano, pero cuando empecé a hablar me miraron sin entender nada. Cuando pasé al inglés suspiraron aliviados», evoca Iñaki, voluntario de Cáritas y religioso. Los dejó en una pensión. Luego pasaron a un piso de Cáritas.

El nombre escogido 

Él estaba en ese piso el miércoles 15 de junio, cuando María comenzó a sentir contracciones. Cogieron un taxi hacia el Hospital de Basurto: María y Félix iban detrás; Iñaki, delante. «Cuando nació sentí una inmensa alegría», asiente Mardones. Iñaki se llama Iñaki por él, en señal de eterno agradecimiento por la ayuda recibida. «El detalle que tuvieron Félix y María es uno de los mayores regalos de toda mi vida», dice. 

A finales de ese mismo 1994, Mardones, ya ordenado diácono, lo bautizó en la parroquia del Corazón de María. Él le regaló su primera equipación del Athletic. «Ahí pusimos la semilla», dice. Cuando le quedó pequeña le regaló otra. Tras pasar por la población navarra de Sesma, la familia se estableció en Pamplona, siempre angustiada por su fragilidad económica. Ahí nació Nico (2002). Iñaki contó en Marca que «un día, viniendo del colegio con mi hermano, fui a calentar la comida que nos había dejado mi madre y nos habían cortado la luz». «Cuando tenía 12 años, un día llegué a casa y no había para comer», afirmó en El País.

Félix ya se había marchado a Londres a buscar trabajo. María trabajaba limpiando escaleras, oficinas, aviones. En el Club Natación Pamplona y el Club Deportivo Pamplona, los dos primeros clubs de Iñaki, apenas recuerdan haberla visto un par de veces por año. Personal del club le recogían en la plaza y le devolvían a casa después de entrenar o jugar. 

Un padre para el hermano

Iñaki ejercía de padre para Nico: al final del día su madre le preguntaba si su hermano había merendado. A Iñaki, el chándal del Club Natación se lo compró su técnico, Javier Serrano. «Siempre sonreía», recuerda. A Nico se lo llevaba de vacaciones su técnico del Club Deportivo Pamplona «como si fuera un hijo», apunta Manolo Larumbe, presidente del club que fue el trampolín de ambos hacia Lezama. Larumbe también recuerda que, mientras sus compañeros respondían médico o bombero cuando les preguntaban qué querían ser de mayores, Iñaki siempre decía «futbolista de Primera».

Se lo había prometido a su madre a los 14 años. Era su gran reto: para que su padre pudiera volver de Londres, para que su madre no sufriera más. Para que él no sufriera, su madre no le contó su verdadera historia hasta que tuvo 19 o 20 años. Cuando Iñaki le preguntaba cómo habían llegado a España siempre contestaba, cortante, «en avión, en avión», según explicó en El Correo el propio Williams; voz activa contra el racismo y futbolista con más partidos consecutivos jugados en la historia de la Liga: 216 y subiendo.

 Iñaki y Nico Williams –que será baja en el Visit Mallorca Estadi al estar lesionado– son los primeros hermanos rojiblancos desde Patxi y Julio Salinas (1986), segundo y el tercer jugador negro del club. Ahora, ambos son piezas indiscutibles en el once de Marcelino García Toral. Juntos han llevado al Athletic a la final de la Supercopa y a las puertas de una nueva final de la Copa del Rey. 

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