Opinión

No se echó de menos a Djokovic, por Pau Ferragut

Nadal celebra su triunfo en Asutralia.

Nadal celebra su triunfo en Asutralia. / MORGAN SETTE

Pau Ferragut

Parecía que se acababa el mundo a pocas horas del arranque del Abierto de Australia cuando la Corte Federal decidió deportar de forma definitiva a Novak Djokovic. La caída del número uno y vigente campeón del cuadro del primer Grand Slam del año se ve ahora menos traumática tras la épica final que Rafel Nadal y Daniil Medvedev brindaron al planeta tenis. 

El manacorí y el ruso pararon el cronómetro en cinco horas y 24 minutos de batalla sin cuartel, solamente superada en duración por la final de 2012, precisamente, entre el manacorí y el serbio (cinco horas y 53 minutos). 

La edición de 2022 permitió ver en Melbourne Park una gran versión de la esperanza canadiense Felix Auger-Aliassime, que también ha trabajado con Toni Nadal, llegando a cuartos con pelota de partido frente a Medvedev. También Carlos Alcaraz fue uno de los animadores del torneo. El adolescente murciano llevó a Matteo Berrettini, rival de Nadal en semifinales, al ‘tie-break’ del quinto set.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents