Rafael Nadal se ha mostrado rotundo en la rueda de prensa posterior a su victoria en segunda ronda del Abierto de Australia ante el alemán Yannick Hanfmann (6/2, 6/3, 6/4) respecto a la lesión que ha arrastrado prácticamente desde el comienzo de su carrera: «Con el escafoides partido por la mitad es difícil que la lesión esté olvidada. Esto es una verdad como un templo y no va a estar olvidada por el resto de mi vida. Lo demás es engañaros a vosotros y engañarme a mí. Tengo un problema que no tiene solución ahí debajo. Otra cosa es que me pueda dejar competir con más o menos garantías y eso es lo que estamos intentando», dijo el tenista mallorquín respecto a la lesión de Müller Weiss. 

«Con lo que tengo ahí abajo no espero que las condiciones para el resto de mi carrera vayan a ser perfectas pero sí que confío en que de manera continuada me deje desarrollar mi actividad profesional. Eso es lo que firmaría yo para encarar el futuro con un poquito de positivismo. Lo que no voy a hacer es jugar sin tener opciones absolutamente de nada o para que sea un sufrimiento extremo. Sufrimiento con opciones siempre va a valer la pena. Si el sufrimiento es sin opciones para conseguir los objetivos, pues pierde el sentido. Juego porque me hace feliz y porque me motivan los retos. Si llega un momento que el dolor supera todo lo demás, y te quita la ilusión de lograr los objetivos, es el momento de pensar en otras cosas», añadió sin dejar espacio a la duda sobre sus intenciones. Sin embargo, el campeón de veinte grandes, que aspira en Melbourne a su segundo Abierto de Australia tras el conquistado en 2009, matizó que «ahora mismo» no está en esa línea «porque he vuelto con muchísima ilusión después de muchos meses sin poder hacer lo que hacía y confío en que así siga. Tengo que estar preparado para aceptar lo que pueda ir viniendo en esta vida. No soy muy de pensar en negativo, soy una persona positiva en general e intento ver las cosas pensando que van a ir a mejor», concluyó sobre este tema.

Nadal, que ante Hanfmann disputó su séptimo partido oficial desde que cayera el 11 de junio del año pasado ante Novak Djokovic en las semifinales de Roland Garros, sufre una osteocondritis del escafoide producida por falta de riego sanguíneo en un pequeño hueso del pie, una enfermedad congénita conocida como Müller-Weiss, que en diferentes etapas de su carrera le ha obligado a parar más de lo que hubiera deseado. La última vez, estos seis últimos meses, un parón al que se unió el positivo por covid el pasado 20 de diciembre tras regresar de Abu Dabi.

Nadal, que en tercera ronda se medirá al ruso Karen Kachanov, se impuso en tres sets a Yannick Hanfmann en dos horas y 42 minutos. El manacorí sumó de nuevo buenas sensaciones tras conectar 29 golpes ganadores y cometió 25 errores no forzados, para apuntarse la cuarta victoria consecutiva en un 2022 que arrancó con el título en el Melbourne Summer Set, un torneo ATP de categoría 250.