El Palmer Palma ha sumado este domingo la décima derrota de la temporada y por ello ya ocupa la última plaza de la tabla en solitario. Después de ofrecer un tercer período espectacular, malas decisiones de juego y un exceso de individualismo en los últimos diez minutos provocaron que la segunda victoria del curso no se quedara en Son Moix. Es verdad que una vez más la suerte no se alió con los inmobiliarios, pero también lo es que intentar ganar un partido igualado con la gestión que se hizo de las últimas posesiones, es misión imposible. Saber jugar los instantes finales y determinantes de un partido es un arte y en estos momentos el Palmer suspende esta asignatura.
El primer cuarto fue el del desacierto, del descontrol. Muchas posesiones, poco tino y baja anotación (10-13). Las estadísticas, muy evidentes: Los locales convirtieron 3/12 en tiros de 2, 1/6 en triples y capturaron 10 rebotes; los visitantes, 2/4 en lanzamientos dobles, 2/11 en tiros de tres y cogieron 14 rechaces. Los de Ciutat buscaban liberar a sus tiradores con bloqueos indirectos, pero la escasa efectividad no se traducía en puntos. Van Beck y Hermanson fueron los mejores de cada equipo.
El partido reclamaba que alguien parara la precipitación e impusiera criterio, pero nadie estaba por la labor. Aumentó la producción ofensiva, en el segundo capítulo, pero los despropósitos siguieron siendo los protagonistas. Los isleños intentaban producir a partir del 1x1 y de bloqueos directos y durante muchos minutos jugaron sin interiores puros, abriendo mucho la cancha. Toni Ten tuvo que pedir tiempo para solucionar esta cuestión táctica y consiguió pasar de un 23-21 a un 23-29. Peñarroya jugó buenos minutos y el más destacado fue Figueras que dejó el marcador en un 29-31.
El descanso sentó bien a los de negro. Exhibió una gran defensa, que les permitió anotar con facilidad (25-13). Superaron a un rival que no encontraba soluciones, incluso probó una zona. Fue el cuarto de Fjellerup, autor de 11 puntos. Cuando en el último minuto el argentino hizo un mate espectacular (54-41) los espectadores empezaron a creer que la victoria no se escaparía. El tercer período acababa con un esperanzador 54-44.
Pero llegó el último cuarto (16-27) y los mallorquines no supieron gestionar esa ventaja. Un exceso de individualismo resucitó a los visitantes, que aprovecharon a sus dos jugadores más interiores, Rozitis y Stutz, para recortar la diferencia. El nerviosismo hizo que los árbitros señalaran técnicas a los dos conjuntos y los de Toni Ten salieron beneficiados. A falta de 3:30 el marcador indicaba un 61-58, pero buenas acciones de los bases visitantes rescataron a los suyos y a falta de 1 minuto el electrónico les sonreía (63-67). Fjellerup anotó en una penetración (65-67) y a falta de 11 segundos, cuando Faner había errado su lanzamiento, Ikpeze cometió falta y los castellonenses recuperaron la posesión. Sacaron de fondo, personal sobre Alvarado, que convirtió los dos tiros libres (65-69). Anotó Ikpeze en un rebote ofensivo (67-69) y nuevamente Alvarado recibió personal a falta de 3 segundos y no falló (67-71). Figueras anotó un triple sobre la bocina y la nueva derrota se consumó: 70-71.
Palmer Alma Mediterránea Palma: Wes Van Beck (18), Pol Figueras (9), Maxi Fjellerup (15), Amadi Ikpeze (4), Olle Lundqvist (10). También jugaron Marc Peñarroya (2), Kostas Kostadinov (4), Joan Feliu (0), Yannis Mendy (0), Fausto Ruesga (8).
Tau Castelló: Rozitis (4), Alvarado (12), Pablo Hernández (8), Hermansson (11), Hook (3). También jugaron Joan Faner (6), Sikiras (0), Joel Sabaté (0), Stutz (17).
Parciales: 10-13, 19-18, 25-13, 16-27.
Árbitros: Cañigueral Novella, Carrera Rosdevall y González Morán. Eliminado por faltas Olle Lundqvist. Pitaron falta técnica a Olle Lundqvist y al banquillo visitante.
Incidencias: 700 espectadores en Son Moix.
