La candidatura olímpica para los Juegos de Invierno del 2030 vive en un estado de letargo, pendiente de que alguien le dé un impulso. Ese alguien debe ser en principio el Comité Olímpico Español (COE) que este organiza un acto institucional en Vielha que parece tímido como pistoletazo de salida.
Comparecerán algunas autoridades locales, estará presente en principio Alejandro Blanco, presidente del COE, se realizarán un par de discursos, pero no se esperan a los presidentes de Cataluña y Aragón, anfitrionas de un proyecto que ahora pasa provisionalmente a llamarse Pirineus Barcelona Zaragoza-2030. Quizá se acaba encontrando un nombre más corto y comercial.
Responde el nombre a la voluntad central de que sea una candidatura unitaria. "Es un proyecto de país, de Estado, en el cual Aragón y Cataluña están directamente implicadas en pie de igualdad", según subrayó en septiembre el presidente Pedro Sánchez.
Barcelona está llamada a acoger muchas de las pruebas que no precisen de nieve, previa adaptación de algunas instalaciones. Puede pensarse en curling, en patinaje o en la ceremonia de inauguración. Una cita olímpica que, aparte de enlazar con los Juegos de 1992, debería dinamizar una ciudad alicaída y sedienta de algún gran acontecimiento, idea que no necesariamente comparte la alcaldesa Ada Colau.
Consulta vinculante
Hay una partida presupuestaria de la Generalitat de Cataluña, por valor de 800.000 euros, para la celebración de un referéndum vinculante sobre el grado de apoyo a la organización del evento olímpico. En principio debería involucrar a las comarcas pirenaicas, aunque voces como la de la propia Colau han reclamado que Barcelona, como parte organizadora y punta de lanza comercial, debería ser también consultada. En Aragón no hay previsto voto alguno.
Nada está concretado al respecto de los territorios catalanes con derecho a voto. No es lo único borroso de un proyecto en mantillas y que precisa del acuerdo institucional definitivo para poder enviar la necesaria carta de intenciones al COI. Algunas de las personas involucradas en el proyecto estiman que sería aconsejable que esa carta se trasladase en febrero, durante la disputa de los Juegos de Invierno de Pekín.
Las designaciones olímpicas se nominan ahora con mucha más anticipación (Brisbane, por ejemplo, ya ha sido elegida para los Juegos del 2032, 11 años antes) y se basan más en visitas técnicas, sin las subastas de antaño que daban pie a todo tipo de sospechas.
"Enfocada al 'no'"
Existe el convencimiento de que si el respaldo interno es completo, la nominación de Pirineus-Barcelona-Zaragoza será una realidad. Precisamente el vicepresidente primero del Comité Olímpico Internacional (COI), Joan Antoni Samaranch, recordó ayer, en declaraciones a TV-3, la necesidad de "unanimidad" tanto institucional como social para ser sede olímpica, en un momento en el que ve a Cataluña "enfocada en el no". Políticamente, están a favor PSC, Junts, PP, Ciudadanos; en contra CUP y Vox, y tienden a la abstención ERC y Comuns.
El acto de hoy debería servir para exhibir que la voluntad es real y de paso conocer las líneas maestras de un proyecto que tiene a algunos grupos ecológicos en contra, como la Plataforma Stop JJOO, que se presentó el miércoles con Kilian Jornet y Aracel.li Segarra como caras conocidas.
Los partidarios de la candidatura subrayan que pueden hacerse unos JJOO "sin cortar ni una rama de árbol». Va en la línea de lo que pide el COI. Samaranch explicó este jueves que un factor muy valorado es que las inversiones en infraestructuras estén concebidas para que puedan desempeñar un uso a largo plazo y tengan un impacto positivo en el territorio.
