Por más que ver al ConectaBalear Manacor encabezando la Superliga de voleibol pueda parecer inesperado, no es ninguna casualidad. El buen arranque del equipo de la Capital de Llevant, contando sus tres primeros encuentros por victorias ante el Río Duero Soria, UD Eivissa Ushuaïa y VB Valencia, encuentra su origen en las cinco semanas de una pretemporada minuciosamente diseñada por Lluís Enric Molada.
«Esta alegría es momentánea y la vivimos con tranquilidad porque nos enfocamos hacia donde queremos estar dentro de unos meses y a final de temporada», explica el técnico del ConectaBalear. Molada reconoce que prioriza «hacer una buena salida y para eso desde agosto hacemos un seguimiento personal, más allá del voleibol, a los jugadores nuevos para conocernos todos».
A pesar de ser el entrenador más joven de la máxima categoría del voleibol español, con 31 años, el mallorquín también se dedica a la formación de otros técnicos y es por ello que trata de aplicar en Manacor los conocimientos que adquiere en su actualización continua. «Como profesional debo conocer los entornos culturales en los que se ha desarrollado cada jugador para entender sus reacciones, comportamientos y actitudes en la pista», resalta Molada.
«Buscamos que el jugador experimente un crecimiento que le ayude más allá del voleibol. Thiago Vanole está interesado en el diseño de animación 3-D, Víctor Méndez estudia un módulo físico-deportivo, Andreu Català cursa INEF y Xesc Mesquida está realizando un máster en diseño», argumenta el inquilino del banquillo del Poliesportiu Miquel Àngel Nadal, quien desvela también que, a nivel de psicología, se trabaja la programación neurolingüística, corporalidad, coaching wingwave y técnicas EMDR.
Molada no esconde que el CV Manacor es un club «sin un gran capital económico ni una historia todavía consolidada en la Superliga y es por ello que, mediante la obtención de conocimientos y generando emociones en la gente que nos sigue, podemos ser rentables social y humanamente».
El técnico natural de Palma reconoce que la intención del club manacorí consiste, en su camino hacia la profesionalización de sus distintas áreas, en que su modelo se convierta en la «referencia de un cambio dentro del voleibol mallorquín, balear y que el resto de clubes españoles se vean reflejados y quieran evolucionar encontrando su esencia propia».
