Tardó ocho jornadas en sufrir su primera derrota en Segunda División y poco más de media hora en recibir la segunda estocada y un auténtico revolcón en Cartagonova, un estadio maldito para los celestes. La UD Ibiza, hasta ahora revelación de la temporada, protagonizó su peor partido de las dos últimas campañas y no ofreció ninguna capacidad de reacción frente a un Cartagena que hizo escarnio público de los ibicencos con una severa goleada por 5-1.

Los albinegros arrancaron el partido con un plus más de ambición, a pesar de la bajas, en su regreso a Cartagonova tras ceder dos derrotas a domicilio. Una sucesión de errores de Manu Molina y Herrera, con un mal despeje en el área, propició una salida descontrolada del debutante Gonzalo Escobar, que arrolló a Mo Dauda cometiendo penalti a instancias del VAR. Rubén Castro no perdonó y adelantó a su equipo desde los once metros antes de cumplirse el minuto 24 de juego.

Los celestes no reaccionaron y el gol de penalti fue el principio del fin. Otra pérdida en medio campo, ahora de Manu Molina, permitió a Mo Dauda enfilar hasta el balcón del área y sacar un trallazo con la pierna zurda que sorprendió a Germán. La UD Ibiza estaba contra las cuerdas y a Carcedo no le tembló el pulso. Pasada la media hora de juego retiró a Escobar y a Javi Lara, visiblemente molesto con la sustitución, dando entrada al asturiano Davo y al central Gálvez, que se estrenaba con la elástica celeste.

Cuando los isleños trataron de reaccionar otra intervención del VAR acabó por cercenar sus esperanzas, con un claro penalti del debutante Gálvez que había pasado desapercibido para el colegiado principal sobre Rubén Castro, que él mismo se encargó de transformar.

Los de Carcedo nunca le tomaron el pulso al partido y Okazaki amplió la goleada tras el paso por vestuarios con un cabezazo cruzado al palo largo que escenificó el desastroso partido defensivo de los celestes (min. 56). Con un Ibiza completamente desfigurado llegó el quinto, obra de Delmás mediante un derechazo a la escuadra desde la frontal del área.

La expulsión de Gálvez a cinco minutos para el final fue el gris epílogo de un partido para olvidar. Al final, ‘Nono’ maquilló la ‘manita’ con un gran golpeo desde la frontal que entró raso.