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Atletismo

El Sahara espera a Blai Llopis

El atleta de 34 años será el único representante mallorquín en la exigente cita del Marathon des Sables, que echa a rodar este domingo y es una de las pruebas de ultratrail más duras del mundo

El Sahara espera a Blai Llopis

No es el primero, y seguramente tampoco será el último, pero en esta edición es el único. Blai Llopis (Llucmajor, 1986) será el representante mallorquín en la exigente Marathon des Sables, una prueba de 251 kilómetros, dividida en seis etapas, que transcurre por el desierto del Sahara marroquí, entre dunas y rocas, y que echa a rodar el domingo 3 de octubre, en la primera jornada cronometrada de autosuficiencia alimentaria.

«Es una locura, lo sé, pero llevo desde 2019 con todo este trajín entre manos y ahora mismo acabarlo es lo único que me importa», señala risueño. Por si recorrer 251 kilómetros, tres veces la distancia que separa Andratx de Alcúdia, no fuera suficiente, a esto hay que sumar las altas temperaturas, que pueden alcanzar fácilmente los 45 grados, y la mochila que tienen que cargar a sus espaldas el casi millar de participantes que tomarán parte de esta cruel prueba.

Blai, técnico comercial de marketing, comenzó en el mundo del atletismo en 2015. Como muchos otros que se han enrolado en esta disciplina en los últimos años, el mallorquín se enganchó al ‘running’ inscribiéndose en las pruebas populares que se celebran cada fin de semana en la isla. «Empecé con carreras de 5 y 7 kilómetros, pero pronto me puse metas mucho más ambiciosas y de repente, un día, me había inscrito en la Ultra Trail Serra de Tramuntana», recuerda.

Los resultados llegaban y la locura vino para quedarse. En agosto de 2019, Blai decidió dar un paso más y enrolarse en la que es considerada una de las pruebas de trail más exigentes de todo el planeta. El Marathon des Sables, donde han tomado parte conocidos atletas mallorquines como Miquel Capó, Pep Lliteras, Rafa García, Dani Oliva, Lluís Paez, Biel Mora o Jaume Salom, calentaba motores y se engalanaba para festejar su 35ª edición en abril de 2020, ajena a todo lo que estaba a punto de ocurrir.

El Sahara espera a Blai Llopis

El Sahara espera a Blai Llopis

El ultrafondista del club Malift Mallorca Trail comenzó con la carga de kilómetros, pero una lesión en la tibia echó por tierra todo el trabajo. Había pocas posibilidades de llegar a la prueba en condiciones, pero ocurrió lo inimaginable. El mundo se paralizó con la pandemia y el ultramaratón tuvo que ser aplazado al mes de septiembre.

«Todo lo que ocurrió me dio un pequeño margen de maniobra para seguir la preparación. Me recuperé de la lesión y entrené como pude durante el estado de alarma. Todo llevaba su curso, pero en agosto de 2020 fui positivo en Covid y tuve que hacer cuarentena en casa. Estuve desganado, sin muchas fuerzas y veía como otra vez mi inscripción peligraba», recuerda Llopis.

El gran número de contagios y la situación que vivía el planeta provocó un nuevo aplazamiento del maratón a abril de 2021, un hecho que Blai aceptó con resignación, pero hasta cierto punto con alivio. El coronavirus no le dejó secuelas, así que volvió a ponerse manos a la obra para poder llegar en las mejores condiciones: «Pero como no podía ser de otra manera, tuvieron que volver a posponer el maratón y fijaron una nueva fecha para octubre de este mismo año».

Brújula y bomba antiveneno

Hoy, desde Barcelona, punto de encuentro de todos los participantes españoles de la prueba, el mallorquín cuenta las horas que quedan para que el ultramaratón dé el pistoletazo de salida. A su espalda carga con una mochila que ronda los 9 kilos, aliada y enemiga a partes iguales. Lleva con él toda la alimentación que necesita, así como una esterilla, un saco de dormir, una brújula y un botiquín provisto de desinfectante cutáneo y una bomba de aspiración de veneno en caso de picadura de escorpión o serpiente.

El Sahara espera a Blai Llopis

El Sahara espera a Blai Llopis

La organización solo proporciona agua, sales minerales, un ‘roadbook’ con la ruta a seguir y las ‘haimas’ donde irán descansando cada noche. Noches en las que se pueden alcanzar los cero grados y que contrastan con las altas temperaturas que se viven durante el día. Blai se ha dejado aconsejar por todos los mallorquines que ya han vivido esta aventura y todos han coincidido, dice, en un mismo consejo: «Disfrutar la experiencia porque es única».

«Soy consciente de cuál es mi meta. Voy a eso, a disfrutar. A acabar cada etapa y pensar en la siguiente línea de meta, sin mirar el cronómetro. Voy preparado, he entrenado para ello y estoy seguro de que va a salir todo genial», señala. De hacerlo, de conseguirlo, habrá apuntado otra locura en su currículo. Una hazaña que en esta ocasión «la puedo hacer realidad gracias a toda la ayuda que tengo a mi alrededor de familiares, amigos, equipo técnico y patrocinadores que han hecho que todo esto sea posible». Solo la inscripción son 4.000 euros. El precio de todo el trabajo y horas que hay detrás, no está tasado.

Blai Llopis ha preparado la prueba del Marathon des Sables por terrenos abruptos de la Tramuntana. También se ha ejercitado en la playa para acostumbrase al tipo de suelo que se encontrará en el desierto.

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