El Palmer Palma consiguió ayer un meritorio y emocionante triunfo ante el CSU Sibiu, uno de los equipos más importantes de la Primera División rumana. Los mallorquines, que se presentaban ante su afición, tan sólo pudieron contar con siete jugadores de la primera plantilla, que se completó con N’Doye del equipo EBA. No jugaron por lesión Lundqvist, Suskavcevic, Lugarini, Kostadinov y Moreno.

A pesar de las bajas, el equipo de Pérez y Tomàs dejó un buen sabor de boca y mostró algunas de las señas de identidad que esta temporada exhibirá en los partidos oficiales. Queda trabajo por hacer, pero los inmobiliarios defendieron con agresividad, imprimieron un ritmo elevado, realizaron transiciones rápidas, mostraron una excelente actitud y algunos jugadores individualmente mostraron una gran dosis de talento. Tres fueron los jugadores que destacaron: Fjellerup, declarado MVP; Ikpeze y Pol Figueras, los máximos anotadores. Las bajas obligaron a algunos jugadores a desempeñarse en posiciones no habituales y el equipo notó este déficit de jugadores principalmente en la pintura, porque en momentos puntuales tuvo que competir sin ningún 5, hecho que se notó en el rebote defensivo, y en algunas fases coincidieron los tres bases en pista.

Salió más enchufado el equipo rumano. Desde el salto inicial dieron a conocer su principal recurso ofensivo, el triple (en los primeros cinco minutos habían conseguido cuatro). Los de Ciutat fueron asentándose y el partido se convirtió en un toma y daca.

El partido se decidió en el último cuarto y en el último suspiro. A falta de un minuto el Sibiu empató a 84. Restaban 10 segundos y los rumanos sacaban de banda con el marcador favorable (86-87). Una gran defensa impidió que pudieran hacerlo y los mallorquines tuvieron la última posesión. Ikpeze en el último segundo convirtió un tiro de 2 y la victoria quedó en casa.