Rafa Nadal anunció ayer en redes sociales que se ha sometido a principios de esta semana a un tratamiento en el pie izquierdo en Barcelona y estará un tiempo más de baja. El tenista mallorquín lleva ya casi tres meses sin jugar debido al problema que padece, conocido como el síndrome Müller-Weiss, una lesión congénita producida por la deformación del escafoides del pie, hueso en el que se insertan múltiples estructuras tendinosas y ligamentosas. Por este motivo, Nadal ya decidió poner fin a la temporada tras renunciar a Wimbledon, los Juegos Olímpicos de Tokio y el US Open.

“Hola a todos, llevo algo de tiempo sin comunicarme con vosotros a través de las redes. Deciros que estuve en Barcelona con mi equipo y el equipo médico para recibir un tratamiento en el pie que me tendrá unos días de reposo y unas semanas fuera de pista”, escribió Nadal a través de sus redes sociales. “Ya de vuelta a casa y en proceso de recuperación. Gracias a todos por el apoyo!”, concluyó el manacorí.

A Nadal le detectaron su lesión en el pie izquierdo en 2005 y algunos de los médicos consultados le advirtieron que podía impedirle jugar al tenis profesional, pero gracias a unas plantillas a medida salvó el problema.

Este 2021 está resultando un mal año para Nadal. Tras un 2020 marcado por la pandemia del covid, el tenista manacorí tenía depositadas sus ilusiones en que, pese a sus 35 años, todavía su cuerpo aguantara y fuera competitivo con la raqueta en la mano. Pero las lesiones, contra su voluntad, se han empeñado en echarlo de la pista este año en muchas ocasiones. 

Campeón en el Godó y en Roma, sufrió su mayor varapalo en la semifinales de Roland Garros, donde aspiraba a su decimocuarto título, al caer ante Novak Djokovic. Antes de la gira de tierra ya dijo adiós a Rotterdam, Dubái, Acapulco y Miami. Después renunciaría a Toronto, además de la sonada ausencia en los Juegos Olímpicos de Tokio, Wimbledon y el US Open. Estas citas eran una prioridad para él pero finalmente las sacrificó después de “escuchar a su cuerpo”. Necesitaba descansar tras llegar agotado luego de una intensa temporada en tierra.