La historia de Haven Shepherd es estremecedora a la vez que una llamada a la esperanza. Nació en marzo de 2003 en Vietnam y se llamaba Do Thi Thuy Phuong, un nombre que le duró tan solo 14 meses. A sus padres parece que no les iban bien las cosas y decidieron suicidarse detonando una bomba con su hijita de apenas un año en brazos.

El destino quiso que la pequeña se salvara, no sus padres, que dejaron huérfana a Do Thi quien perdió las dos piernas en la detonación. Pero la chiquilla fue adoptada por Shelley y Bob Shepherd el 19 de noviembre de 2004 y se fue a vivir a Carthage en Missouri (Estados Unidos).

Allí creció feliz, junto a cuatro hermanas y dos hermanos. Una gran familia que la acogió para que superara el trauma por el que había pasado. "Siempre bromeé con mis hermanos diciéndoles que era la niña milagrosa y la favorita de papá y mamá", explicó a los medios de Olympics.

La cara positiva de la vida

Haden piensa en positivo y tiene claro que la vida le ha dado una segunda oportunidad: "Estoy muy feliz por haberme salvado aquel día. No entré en shock y solo perdí dos piernas cuando podría haber perdido la vida", confiesa.

Su optimismo es una auténtica lección y ha sido clave para seguir adelante como una niña más de Missouri: "Siempre hay que mirar el lado positivo de la vida. Sé que pasé por una circunstancia mala, pero salí adelante. Tuve esa segunda oportunidad".

Del atletismo a la natación

Comenzó a practicar deporte y su destino parecía ser el tartán. Con sus prótesis competía en atletismo pero los resultados no le satisfacían y empezó a nadar para mejorar su rendimiento. La piscina la atrapó y se quedó en la natación al ver que sus marcas eran buenas y que tenía opciones de hacer algo grande.

Y ahí está. Así es como ha llegado a sus primeros Juegos Paralímpicos, donde participar ya es un regalo para ella. Estará en las pruebas de 100 braza y 200 estilos: "Mis metas aquí son simplemente ser yo misma y divertirme", aseguró para después explicar que "no llego con grandes expectativas porque cuando las pones puedes decepcionarte".

Haden Shepherd tiene una buena filosofía de vida: "No puedes controlar la vida, solo puedes controlar cómo responderás a las cosas. Todo en tu vida es una elección. Podría estar en esa sala de llamadas presionada psicológicamente y con miedo, pero si elijo divertirme en esa carrera, aunque sea realmente intensa, entonces siempre gano", explicó la deportista que además también practica cross-fit, el deporte de moda.

Una 'modelo' para concienciar

La nadadora estadounidense tiene además otra faceta, la de modelo: “Cuando hice de modelo para Tommy Hilfiger, me di cuenta de que el cuerpo perfecto realmente no existe; sólo unas pocas personas tienen este tipo de cuerpo y este estilo de vida. Si miras a tu alrededor te das cuenta de que todos somos imperfectos".

Así que para Haden, hacer de modelo se convirtió en una eficaz reivindicación: "Fue una manera de demostrar que cualquiera puede hacer literalmente lo que se proponga", dijo.