Enric Mas finalizará hoy el Tour de Francia en la sexta posición. No es la plaza a la que aspiraba cuando empezó la ronda francesa a tenor de su ambición y proyección, pero el mallorquín sigue dando pasos en la elite del ciclismo que deben dejarle más arriba en la general. Ayer finalizó en el puesto 27 en la contrarreloj de 30,8 kilómetros entre Libourne y Saint Émilion, a 2:29 del ganador, el belga Wout Van Aert.

A un día de su segunda victoria en París, Tadej Pogacar mostró su lado más humano. Quizás, el fenómeno de 22 años, no tenía esa dosis competitiva necesaria para mover el monoplato de 58 dientes como si fuera un extraterrestre, aplastando a todos. De hecho, una vez vio que Van Aert estaba intratable con un tiempo inalcanzable en la contrarreloj, el líder del Tour se conformó con mantener el tipo y aguardar con cierto nerviosismo la fiesta de los Campos Elíseos donde casi no habrá podio para que pueda colgar todos sus jerséis (el amarillo, el blanco y el de lunares).

De hecho, las diferencias entre los diez primeros de la general estaban tan claras que era imposible que nadie ganase o perdiera plaza, si se quitaba a Richard Carapaz, que tenía numéricamente la segunda posición a alcance, pero ciclísticamente sin nada que hacer frente a Jonas Vingegaard, mucho mejor que él sobre el escenario de una contrarreloj. Van Aert fue uno de los ‘culpables’ que destrozó el Tour durante la primera semana, trabajó como gregario en el Jumbo y aún tuvo tiempo de ganar la etapa de las dos subidas al Ventoux y la contrarreloj final.

Bien distinto a lo que ha hecho el único equipo español participante en el Tour; un Movistar que hoy llegará a París muy lejos de los objetivos planteados: ni han podido colocar a Enric Mas en el podio de París, ni han ganado ninguna etapa, aunque Imanol Erviti y Alejandro Valverde estuvieron cerca, y ni siquiera han logrado mantener la tradición de estos últimos años; la de imponerse en la clasificación por escuadras, algo que habían hecho desde 2015 a 2020 si se exceptúa el Tour de 2017. Hoy llegarán a París en la novena plaza de la tabla de equipos a dos horas del Bahrein de Pello Bilbao, quien sin hacer tanto ruido ha sabido correr con habilidad para acabar en el top ten; noveno, a solo tres posiciones de la sexta plaza de Mas.

Es verdad que el ciclismo, a diferencia de otros deportes, depende mucho de la forma del atleta y de que en algunos momentos se venga abajo, como le sucedió a Mas por el calor en el Ventoux y por la humedad en el Portet. Sin embargo, el Movistar no ha acertado con los fichajes extranjeros que otros equipos han sabido administrar con habilidad y la renovación empezada hace unos años para encontrar un relevo a Valverde puede terminar con la salida del catalán Marc Soler.

Mientras, Pogacar llegará hoy a París como suelen hacer todos los campeones, dándole igual el ciclista que se coloca a la derecha o a la izquierda para compartir podio. Posiblemente, a Pogacar lo único que habría que pedirle en el futuro es que se calme en la primera fase de montaña del Tour 2022 para que ataque en la tercera semana, tal como hizo en el Portet y en Luz Ardiden, y así dar un poco más de emoción a la carrera aunque acabe haciendo lo mismo que hará hoy o hizo en 2020 y que no es otra cosa que llegar vestido de amarillo a los Campos Elíseos de París.