Apenas se habían superado 30 kilómetros de una etapa infernal cuando de repente apareció una bici azul sin dueño en medio de la calzada. «¡Caída de Mas!», anunciaba ‘Radio Tour’. ¡Alarma! Enric Mas aparecía curvado, doliéndose de la cadera. Y enseguida se escuchaban los gritos de Alejandro Valverde, toque de experiencia, como el padre que le dice al hijo lastimado con rasguños en las rodillas que no ha sido nada, que siga corriendo, adelante, adelante, no hay que perder tiempo.

Valverde toma el control. Hay que mantener la calma. Los dos son de la misma estatura, idéntica talla de bici, mismos pedales, mismo sillín. ‘El Bala’ empuja al mallorquín, que se suba a su bici con el chubasquero roto. Por culpa de una caída Primoz Roglic se ha ido a casa y por otro accidente Geraint Thomas se ha convertido en gregario de Richard Carapaz.

Tiene suerte Mas de que todavía estén los gregarios cerca. Se les convoca de inmediato. Todos escuchan las órdenes que da José Luis Arrieta por la emisora del Movistar. Esprintan los que andan un poco descolgados y se rezagan los que van en el pelotón de Tadej Pogacar, mientras le dan una bicicleta de repuesto a Valverde, que se toma los siguientes instantes como si estuviera realizando uno de sus grandes ataques con tal de llegar lo antes posible al lado de Mas. Hay que hablarle, hay que animarlo, que se olvide del trompazo que lleva y que vaya enseguida al coche del médico del Tour para que le ponga hielo que le calme el dolor, que queda toda la etapa, un día apocalíptico por los Alpes, que el verano parece castigar a Francia, que solo falta la nieve para esquiar en Tignes, donde termina la novena etapa que gana el australiano Ben O’Connor en solitario, hasta el punto de situarse segundo de la general y de birlar durante unos kilómetros el amarillo de Pogacar.

«Lleva un buen golpe», afirman en el equipo Movistar cuando se pregunta por el estado físico del mallorquín. Y es que solo ha pasado una semana, que queda todo y Mas, Pogacar al margen, sigue inmerso en su objetivo, el podio de los Campos Elíseos. Solo está a 29 segundos del reto. Sería dramático que una caída lo enviase para casa.

Surge efecto el máster de Valverde. Mas se olvida de las heridas. Sabe que en los últimos kilómetros a Tignes atacará Carapaz, porque quiere acercarse al podio y porque el Ineos le tiene ganas al Movistar. Mas ya está en su salsa. Capturado Carapaz es el instante para lanzar el primer ataque en que solo sirve para llevarse a rueda a todos sus contrincantes en la pelea para el podio. Pero una estampa que demuestra que los ciclistas tienen huesos de hierro y que aunque el amarillo está tan difícil como subir al al Everest en bici, aún quedan muchas cosas por contar en este Tour que este lunes descansará antes de afrontar la ruta hacia Provenza.

Mavi García es sexta en el Giro tras la cuarta etapa

La ciclista mallorquina Mavi García se sitúa sexta clasificada tras la disputa de la tercera etapa del Giro de Italia Femenino, en una jornada en la que la ciclista neerlandesa Marianne Vos se impuso con un tiempo de 3 horas, 31 minutos y 24 segundos en un sprint a cuatro en la llegada a Ovada por delante de la también neerlandesa Lucinda Brand, de la alemana Liane Lippert y de la suiza Elise Chabbey. Mavi finalizó en la 33ª posición, a 3’23’’ de Vos. La mallorquina, que ocupa la sexta plaza de la general, se encuentra a 3’42’’ de la actual líder del Giro, Anna van der Breggen. La ronda italiana continúa este lunes con la disputa de una contrarreloj individual.